La salida de Arteixo y la baja productividad condenan a Albada al conflicto laboral

La salida de Arteixo y la baja productividad condenan a Albada al conflicto laboral
Trabajadores de Nostián, durante una protesta en 2013 | AEC

El conflicto laboral se huele en Albada y es muy probable que cabe en huelga. La concesionaria de la planta de reciclaje de Nostián lleva años arrastrando pérdidas, a las que ahora se sumará una bajada de producción del 8% cuando se consume la salida de Arteixo del consorcio de basuras. En medio de este escenario, el comité de empresa negocia su convenio, para el que exige una subida salarial tras los recortes y ajustes que lleva soportando desde 2012. La empresa, en cambio, quiere reducir los costes laborales un 18% para ahorrarse 600.000 euros.

Partiendo ambas partes de posiciones tan alejadas, el choque parece inevitable. Para el comité, la dirección da a entender que cada trabajador debería rebajar su salario en torno a 6.500 euros al año. Pero fuentes de la empresa matizan que existe otra posibilidad: los despidos, que estarían justificados por la reducción de actividad que provocará la salida de Arteixo. Estas mismas fuentes aseguran que, a día de hoy, la planta ya cuenta con un exceso de mano de obra tras las inversiones en mecanización, pero hasta ahora no se había producido un ajuste de plantilla.

Cubrir pérdidas
Hasta el momento, la matriz Urbaser, a la que pertenece la Unión Temporal de Empresas (UTE) Albada, ha ido cubriendo las pérdidas, que ahora quiere reducir. Patronal y trabajadores mantienen posiciones de partida sobre las que no esperan grandes cambios porque en el último convenio ya se sometieron los incrementos salariales a que la empresa esperaba recuperarse de las pérdidas con una sentencia (sobre el cierre del depósito de rechazos, que tiene un coste estimado de 3,5 millones de euros). El fallo obligó a la empresa a asumir el cierre, lo que perjudicó aún más sus cuentas.
Además, Albada acusa al Ayuntamiento de incumplimientos en acuerdos que luego son retirados vía administrativa o judicial, como fue el reconocimiento de costes de tratamiento. A estas alturas, Urbaser no parece interesada en mantener la concesión más allá de su contrato, en enero de 2019, a pesar de que el Ayuntamiento está tratando de maniobrar en ese sentido. Con un pie ya fuera de Nostián, es poco probable que la UTE haga alguna concesión.

La salida de Arteixo y la baja productividad condenan a Albada al conflicto laboral

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