Rosa Gallego abandona el salón de plenos para no votar dos mociones sobre Tranvías

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 p. g. l. > a coruña
  La sorpresa de la sesión plenaria de ayer se produjo cuando la concejala de Hacienda, Rosa Gallego, abandonaba la sala para evitar la votación de dos mociones en las que se exigía la revisión de la concesión del servicio de transportes a la Compañía de Tranvías, presentadas por Esquerda Unida y BNG. Su salida tenía un motivo: la edil popular quería abstenerse en estos dos puntos, ya que, según informó al finalizar la sesión, existe “una vinculación familiar” entre ella y la empresa. Esta situación ya se había repetido en la junta de gobierno en la que se aprobaron la subida de las tarifas, un asunto que fue puesto de manifiesto al inicio de la sesión por el portavoz del BNG, Xosé Manuel Carril, que pese a pedir una justificación al alcalde, Carlos Negreira, sobre esta situación, no obtuvo más respuesta que la dada por la propia edil. “No voy a tomar ningún acuerdo, ni que perjudique ni que beneficie a la Compañía de Tranvías, simplemente, en un acto de transparencia, yo me puedo marchar de la sala, como lo hace otra gente”, aseguró Gallego en relación al movimiento de concejales que se produce habitualmente en las sesiones como consecuencia de la duración de las mismas.
La edil popular recordó que ya había mantenido la misma postura en la junta de gobierno, por una cuestión de “imparcialidad y objetividad”. Su salida de la sala hizo que, ante la ausencia de Ana Fernández, el PP se quedase en igualdad de votos que la oposición, ya que esta contaban también con un voto menos al faltar la socialista Gloria del Valle.
Esto hizo que a la hora de votar si se debatían por el procedimiento de urgencia las mociones que exigían al Ayuntamiento, tanto que se crease una comisión de movilidad, como que se revisasen las cuentas de Tranvías ante sus beneficios millonarios y el contrato de concesión, se produjese un empate entre el PP, que rechazaba su debate, y los tres grupos de la oposición, que sí lo querían. Para evitar que el proceso se alargase y se tuviesen que someter ambas mociones a varias votaciones, el BNG cedió uno de los votos de sus concejales, y las iniciativas fueron finalmente rechazadas.
No ocurrió lo mismo con otra presentada por Esquerda Unida para condenar el crimen de Carral, que fue admitida a trámite gracias al apoyo de toda la corporación. Este gesto se sumó al manifiesto que leyó el alcalde al inicio de la sesión.

Preguntas > En el apartado de preguntas orales, la polémica por el nuevo modelo de actividades extraescolares y la denominada por el PP en la oposición como “operación dedazo” acapararon parte del protagonismo del pleno. Sobre el primer asunto, en respuesta a una pregunta del BNG sobre si el Ayuntamiento iba a garantizar la oferta extraescolar, el edil de Educación, Francisco Mourelo, acusó a los nacionalistas de “seguir con su estrategia de mentir”, y prometió que “no se van a subir las cuotas, las familias no van a pagar más y Luditardes se mantiene”. Mientras, la edil nacionalista María Xosé Bravo cree que el nuevo modelo del PP de pasantías “roza a ilegalidade” en materia de competencias educativa.
El PSOE, por su parte, quiso saber si el alcalde “se va a disculpar con los ciudadanos” después de que la Fiscalía archivase la denuncia presentada por el PP por presunta irregularidad en la adjudicación de contratos. “Hemos pedido perdón por los cuatro años de gestión del bipartito”, respondió Julio Flores que “no comparte” el fallo judicial.

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