El robo de coches creció un 19% en la ciudad los seis primeros meses del año

En lo que va de año, el robo de vehículos no ha dejado de subir en A Coruña, y ya son 74 los que han sido sustraídos en los primeros seis meses del año, según las estadísticas del Ministerio de Interior. Eso significa un incremento del 19% con respecto al mismo período del año anterior. El número de coches robados en Vigo es aún mayor (91), pero el parque móvil de la ciudad olívica es más grader, así que A Coruña es, hoy por hoy, la ciudad gallega donde es más probable es que le roben el coche a uno, aunque esa posibilidad sea baja.
El presidente de la Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, señaló que el incremento en esta clase de delincuencia contrasta con la tendencia nacional, que es la reducción (aunque solo de un 0,6%). Pero Vigo y A Coruña son las únicas ciudades gallegas donde aumenta este tipo de delitos. En el resto, descienden o son numéricamente insignificantes.

Sin análisis
“En el caso de Vigo se puede entender porque es una ciudad con un parque automovilístico muy grande (en torno a 200.00 vehículos) y se encuentra cerca de la frontera con Portugal”, señala Arnaldo. Más difícil es explicar por qué crece en A Coruña, una ciudad situada mucho más al norte y relativamente segura (como reiteran desde la Delegación del Gobierno). Fuentes policiales señalan que falta un análisis serio de la situación porque el incremento no es tan considerable como para que la Policía Judicial se dedique a hacer un análisis en profundidad del problema. “Por el momento, no se llega a relacionar con un banda organizada”, indican estas mismas fuentes. “Hay que tener en cuenta el índice de recuperación de vehículos, que suele ser alto y que el Ministerio de Interior no facilita”, añade Arnaldo.
Cuando se trata de robo de vehículos, las bandas organizadas más importantes se dedican a la sustracción de coches de alta gama, que envía a otros países a través de la frontera con Francia o Portugal y de allí, a países como Marruecos o Rumanía. “Ni siquiera los modernos están seguros porque ahora nadie abre el coche con llave, y existen aparatos para reproducir las radiofrecuencias”, alerta el presidente de al AEA.
La otra posibilidad es el robo para desmontarlo por piezas, como los catalizadores, pero los centros de achatarramiento están muy vigilados por Interior. “Así que la mayoría se vende en mercadillos o a través de internet”, asegura Arnaldo.