Las residencias de mayores triplican en siete días su número de enfermos

Las residencias de mayores triplican en siete días su número de enfermos
Un operario desinfecta las instalaciones de Padre Rubinos | javier alborés

Aunque la situación no es tan grave como en otros puntos de España o incluso de Galicia, la epidemia está haciendo mella en las residencias geriátricas coruñesas, de las que tres han presentado casos: Concepción Arenal, con cuatro, Bellolar, con seis (y dos víctimas mortales) y sobre todo O Portazgo, con 23, según las cifras de la Consellería de Política Social. Para los que viven día a día esa situación, la describen como “terrorífica”. Sobre todo si se tiene en cuenta que el martes 24, había diez infectados y un fallecido. Es decir, que en una semana, la cifra de enfermos se ha triplicado.

Pero la dolencia no solo se abate sobre los mayores, aunque sean el grupo de edad de más riesgo, sino también sobre el personal que lo cuida. En este sentido, también O Portazgo se está llevando lo peor, porque nueve miembros de su plantilla han tenido que abandonar sus puestos de trabajo para pasar al aislamiento, pero cabe preguntarse qué pasará si continúan las bajas en un momento, como el de ahora, en el que todas las manos son necesarias para hacer frente a esta pandemia.

Hay que tener en cuenta que O Portazgo no es la única residencia con trabajadores de baja por ese motivo. También hay una en Bellolar y dos en Remanso Claudina-Somoza, aunque en esta última residencia no hay ningún huésped enfermo. Por lo menos, a  día de ayer.  Pero la crisis continúa y todos temen que empeore antes de mejorar.

Otras siguen sin casos

Por otro lado, hay residencias que todavía no han sido afectadas por el coronavirus, como es el caso de a institución Padre Rubinos. Su director, Eduardo Aceña, señala que se cerró la residencia de mayores al exterior en cuanto se tuvo conciencia de lo que ocurría. Otras residencias tomaron medidas similares, pero obviamente no corrieron la misma suerte. En el caso de Padre Rubinos, también se evitó que nadie entrara en el Centro Integral de Atención Social, donde se acoge a las personas en riesgo de exclusión social.

Aceña señala que en Galicia “todavía queda una semana con cierta dificultad, y habrá que ver como empieza la siguiente”. Por el momento, señala que habrá que continuar con la máxima precaución: “A la mínima sospecha se aísla a la gente y se le hace la prueba y aunque de negativo, se le mantiene en aislamiento unos días”.

Las residencias de mayores triplican en siete días su número de enfermos

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