Repsol pone a prueba sus nuevos equipos anticontaminación con un simulacro en la terminal marítima

Las instalaciones que Repsol tiene en el terminal marítimo fueron ayer el escenario de un simulacro de emergencia interno, dentro de las prácticas que cada año realiza la refinería dentro de su política de seguridad. Las pruebas, que tenían por objeto probar la eficacia de los nuevos equipos anticontaminación marina y la estructura organizativa, movilizaron a los equipos de seguridad de la petrolera y a los miembros de la empresa MGS-Amarradores, mientras que el personal de Capitanía Marítima participó en tareas de observación. El equipamiento, que Repsol ha adquirido recientemente, han supuesto para la firma una inversión de 120.000 euros.
A las diez de la mañana se iniciaban las maniobras, que comenzaron con una simulación de emergencia parcial pasada en una supuesta extinción de una tubería, mediante la utilización de los sistemas contraincendios, tanto los fijos como los camiones, así como los sistemas de bombeo del terminal marítimo.
Una hora más tarde los participantes iniciaban el segundo ejercicio, un despliegue de barreras anticontaminación con medios propios y el apoyo de los amarradores, en el que se cerró el pantalán hacia el muelle de San Diego, y que se valió se valió de un buque que se encontraba atracado.

vertido
Una vez realizado el despliegue de los cercos, para imitar la recogida de un eventual derrame, se utilizó la lancha “Pelícano” del amarre y se estrenó un Skimmer de recogida, una de las adquisiciones de Repsol para reforzar la seguridad anticontaminación y ampliar su equipamiento de cara a un posible vertido de hidrocarburos.
El equipo de seguridad sirve para proveer a más de cien personas, y el Skimmer adjunta todos los complementos necesarios para la recogida, tres depósitos “fastank” y gran cantidad de material absorbente.