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jueves | 25 abril | 2024
Repsol destinará 69 millones de euros a realizar hasta cuatro proyectos que permitirán incrementar la eficiencia energética de la refinería coruñesa y la calidad de los productos. El primero de los planes pasará por la instalación de una nueva unidad de destilación de propileno grado polímero, mientras que los tres restantes se realizarán ya en el año 2020.
La nueva unidad supondrá una inversión total de 29 millones de euros, que permitirán la instalación de una columna de destilación de propileno. Para esta, que medirá cerca de 80 metros de altura, según informó la compañía, Repsol –que ya ha obtenido las licencias correspondientes del Ayuntamiento de Arteixo– desmantelará próximamente una zona de una antigua unidad y se ejecutarán las nuevas obras en 2020 con la previsión de que pueda estar en marcha a finales del próximo año.
Repsol asegura que con este proyecto se marca el objetivo de obtener una capacidad de producción de propileno grado polímero de 21.000 toneladas al año y revalorizarlo con un aumento de su calidad en pureza.
El propileno es un producto se usa en la industria química para la elaboración de polipropileno, que sirve de base a la fabricación de una gran variedad de productos presentes en la vida diaria, desde en embalajes, industria textil o papelería hasta envases, señalaron fuentes de la empresa.
Mientras, los restantes tres proyectos tendrán que ver con la unidad de FCC (Craqueo Catalítico Fluido), que es la que se encarga de la transformación del gasoil y otros componentes procedentes de la destilación atmosférica en productos más ligeros de mayor calidad para la elaboración final de combustibles. En total, para estos tres planes, se dedicarán 40 millones de euros.
El primero, según detalla Repsol, conseguirá mejoras en la eficiencia energética de la refinería. Lo hará mediante la introducción de nuevos equipos y la modificación de los ya existentes, lo que permitirá ahorrar combustible y reducir las emisiones de CO2 más de 6.100 toneladas por año.
El segundo de los proyectos que llevará a cabo la empresa energética en la planta coruñesa tendrá como objetivo la mejora de la calidad del aire para reducir las emisiones de partículas a la atmósfera en la unidad FCC. Para ello, se realizarán mejoras tecnológicas en la fábrica para adaptar a la normativa europea aprobada en los últimos tiempos.
Por último, y a la vez que se realizan los otros dos proyectos durante la parada de mantenimiento prevista para principios de 2020, también se realizarán trabajos en la unidad FCC y en la de recuperación de gases. Así, Repsol prevé instalar un nuevo compresor más eficiente y sustituir las turbinas de vapor por motores eléctricos. De este modo, dicen desde la empresa, se conseguirá una reducción de emisiones de CO2 que llegará a las 12.506 toneladas por año.
Todos estos proyectos, defienden fuentes de Repsol, son parte de la apuesta de futuro de la empresa por la refinería coruñesa de cara a mejorar su competitividad a la vez que también se aplican medidas para incrementar la eficiencia energética y beneficiar al medio ambiente. A todo ello se suma, además, el trabajo realizado en la última parada de mantenimiento –en la que se invirtieron 60 millones de euros– y el proyecto de traslado de crudo al Puerto Exterior de punta Langosteira, al que se destinan 126 millones.
