Reportaje | El viaducto de Cuatro Caminos y los túneles de O Ventorrillo, los únicos muros libres

Reportaje | El viaducto de 
Cuatro Caminos y los túneles de 
O Ventorrillo, los únicos muros libres
Las paredes y columnas del viaducto muestran coloridos murales | patricia g. fraga

Alberto Vázquez fue uno de los que le dio vida a un viaducto hasta entonces sombrío y de paso. Muy gris y en el se que aceleraba la marcha. El paisaje no ayudaba. Sobre el hormigón pintó el mar de su ciudad y la relación con el hombre que lo habita y de la idea que masticó en su cabeza salió un gigante rodeado de grúas.

El azul de su composición alegra a quien camina cerca, igual que la huella de David Rubín que alienta a que sean muchos más los muros puestos al servicio de la creatividad: “Son edificios que no aportan nada visualmente, pasan desapercibidos para el coruñés medio” y a falta de confirmar qué espacios donará el Ayuntamiento a los artistas, una decisión que anunciarán en los próximos días, “será bueno otorgarle protagonismo mediante el arte y promocionando a gente local. Me parece una magnífica iniciativa”. Mientras, las patas del puente hoy son un punto de inflexión, una de las pocas experiencias de este tipo que contiene la ciudad: “Sería genial que otros ayuntamientos se sumaran a esta opción de exponer tu obra en un lugar de tránsito” porque con estas acciones “se beneficia el artista, la cultura y el ciudadano”.
El territorio se hace más interesante, aunque, eso sí, requieren manutención porque algunos de Cuatro Caminos tienen partes borradas por la humedad, “antes de que se deterioren del todo, habría que retocarlos o bien dar paso a otros que cambien el espacio”.


Alberto Vázquez defiende “que se embellezca lo que está mal y deteriorado”. El ganador de tres Goyas cree que en A Coruña hay muchos edificios en la UCI y que el viaducto en cuestión “sin interés arquitectónico” se prestó a ello. La propuesta que en 2008 se planteó el gobierno de Losada para conmemorar el 800 aniversario de la ciudad, le puso dos ilustraciones a cada una de las ocho columnas, ocho en total para ocho siglos pintadas por 16 nombres coruñeses. Aún así, A Coruña está falta de escenarios donde la extensa lista de ilustradores que la pueblan tengan un hueco. Sus vecinas Cambre y Ordes presumen de darle mucho más protagonismo a los artistas que respiran en la calle.
Lejos del viaducto, O Ventorrillo lleva 15 años dejando que sus vecinos practiquen el arte del spray con libertad en lo que se conocen como los túneles en el barrio gracias a la asociación vecinal. Su presidente José Ángel Souto asegura que lo que ideó su antecesora Rosa Barreiro le da vida a la zona y “aunque hay alguno que pinta fuera” de los lindes, en general, se respetan. Brais es uno de los que hace uso de estos muros y en un principio, trató de gestionar la parcela, pero reconoce que puede ir cualquiera y que si bien hubo un boom los primeros años, “íbamos todos a pintar”, ahora muchos dejaron de bajar con la mochila llena de frascos porque tienen familia o simplemente dejaron de tener interés.

Así que cuenta que los que siguen van a la estación de trenes. Funcionó hace 15 años, pero “la gente prefiere ahora pintar por ahí”. Es por eso que invita a que el Ayuntamiento “lleve algún tipo de control” cuando autorice vestir de arte sus propiedades porque pueden surgir problemas de que uno plasme algo y al día siguiente, “llegue otro y lo tape con lo suyo”.
Aclara que nunca se hace con mala intención, pero que ordenando el espacio, todos podrán poner su huella artística encima del cemento.

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