Reportaje | Un vergel navideño y peculiar recién llegado de Culleredo

Reportaje | Un vergel navideño y peculiar recién llegado de Culleredo
Íñigo Cidad ofrece kokedamas, cactus y plantas para adornar estas fiestas | patricia g. fraga

Nada más cruzar la puerta de Expocoruña, el verde y el rojo que predominan en el puesto de Viveros Namoreira captan la atención de los visitantes y son pocos los que se resisten a conocer las variedades que proponen para estas fiestas.
Es su primera vez en la Feria de Autónomos de Galicia, después de la buena experiencia de ferias medievales en las que sus arreglos y sus plantas medicinales se han ganado al público.
Para aquellos que estén pensando en los adornos navideños tienen árboles, muérdago, coronas verdes y flores de Pascua. Todo natural y recién llegado de Tarrío, en Culleredo, donde tienen sus viveros. Sus plantas son de aquí, y como explica Íñigo Cidad, resisten mejor el clima coruñés que otras que se venden en serie en establecimientos no especializados.
Como la tillandsia, ideal para los que no tienen buena mano y que en Namoreira se eleva a la categoría de obra de arte. Porque esta planta que se alimenta del aire se presenta protegida en esferas de cristal que se pueden colgar creando un ambiente casi onírico o dentro de botellas, como una suerte de barco vegetal. Son de las que más llaman la atención de quien se acerca al puesto, aunque la competencia es alta.

Originalidad
A su lado están las kokedamas, cultivadas según una antogua técnica japonesa y que sustituyen la maceta por musgo. Las elaboradas en Namoreira son de interior, para que cualquiera pueda llevárselas a casa. Igual que los cactus. Íñigo da las claves para que los que ofrece, que destacan por su originalidad, pervivan una vez en su nuevo hogar. Para salir de lo habitual, él vende variedades que absorben las radiaciones de los aparatos eléctricos, que se utilizan para adelgazar por sus propiedades saciantes o que entran por los ojos gracias a su forma: unos, con geometrías perfectas y otros, semejantes a piedras, aunque guardan la sorpresa de una flor en su interior.
Los potenciales clientes miran, preguntan y tocan mientras reciben todo el asesoramiento que necesitan. Algunos llegan con la idea de descubrir un mercadillo más que una feria de muestras y priman el precio sobre la calidad, pero la mayoría es consciente de que lo que se lleva es un tesoro.
Superada la mitad de la cita, en Namoreira confían en un buen fin de semana que redondee su participación en esta edición del salón de autónomos, en el que cada jornada aumenta la presencia de visitantes. El día festivo de ayer se alió con el cielo gris que animaba a estar bajo techo y fueron cientos los que pasaron por el recinto.
Femaga estará abierta hasta mañana domingo, entre las once de la mañana y las nueve de la noche con un muestrario de productos para todos los gustos. l

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