Reportaje | El tendedero de San Roque donde se ventilaron los trapos sucios

Reportaje | El tendedero de San Roque donde se ventilaron los trapos sucios
18 octubre 2017 A Coruña.- El Ayuntamiento asume el derribo del edificio ilegal de San Roque El edificio de San Roque de Afuera fue declarado ilegal hace nueve años

El pleno votó ayer la demolición del número 13 de San Roque de Afuera, un edificio declarado ilegal por no cumplir con la normativa municipal. Lo que no queda claro es qué clase de demolición: si parcial (como ya pretendió en su día el PP y fue rechazada en los tribunales) o total. Es un caso que invita a comparaciones con otro gran escándalo urbanístico de la ciudad: el del edificio Conde de Fenosa. En ambos la ilegalidad de un gran edificio en los años 90 fue puesta al descubierto por la determinación de un particular y también los dos, el Ayuntamiento pretende buscar una salida salomónica con una demolición parcial.

Pero si en el caso del Conde de Fenosa, el litigante fue Valentín Souto, un arquitecto que se consideró perjudicado porque había elaborado un proyecto de reforma para el Conde de Fenosa para un concurso que se anuló, en el de San Pedro de Afuera, la iniciativa partió de alguien sin experiencia urbanística, una peluquera que había heredado de su abuelo un terreno de trescientos metros cuadrados y una casa.  

Era 1990, siendo alcalde Francisco Vázquez, se formó una junta de compensación. A los propietarios de los terrenos donde se iba a levantar el nuevo edificio se les dio a escoger: o se convertían en promotores o bien tenían que conformarse con una permuta de su propiedad. Así que la afectada se convirtió en promotora, por lo que le tocó construir urbanización de viales y subsuelo par las plazas de garaje. Con su cuota pagó los gastos, pero tuvo que ceder su participación a cambio de una vivienda.

 Debía recibir un piso de setenta metros con derecho a plaza de garaje y trastero (que, al final tuvo que abonar), pero el problema surgió cuando la afectada descubrió que el tendedero no estaba donde figuraba en los planos de la permuta: lo habían colocado en el portal del edificio, donde estaba la entrada de un patio de manzana de casi seiscientos metros (que debían disfrutarlo todos los vecinos pero al que realmente solo pueden acceder algunos bajos y un hostal).

Era octubre de 2001. La peluquera se dirigió al Ayuntamiento y allí, una funcionaria de Inspección Urbanística comprobó que, efectivamente, el número 13 de San Roque de Afuera incumplía de forma flagrante el PGOM de 1998. De hecho, los constructores habían duplicado la superficie construida, que debía rondar los 1.600 metros cuadrados a base de reducir el retranqueo. Se presentó una denuncia ante disciplina urbanística. La perjudicada incluso habló con el teniente de alcalde, que entonces era José Luis Méndez Romeu, sin resultado. Fue necesario acudir a los tribunales y en 2008, tras mucho batallar, el Tribunal Superior de Xustiza dictaminó que el edificio debía demolerse para volver al proyecto básico.

Con la aprobación del pleno municipal, esta sentencia está un poco más cerca de su ejecución, pero no demasiado: todavía no se ha decidido si se ejecuta la demolición total y no parcial (que supondría la eliminación de entre el 30 y el 40% del edificio). En todo caso, para la demandante no supone una satisfacción. Se trata, sobre todo, de una cuestión de principios, de defender la memoria de su abuelo y de la herencia que él le dejó.

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