Reportaje | De ser “Los 40” en los años 50 a un repertorio de marchas y versiones

Reportaje | De ser “Los 40” en los años 50 a un repertorio de marchas y versiones
La plantilla ensaya todos los días de once a una de la mañana en el cuartel | patricia g. fraga

Entran en el cuartel a las ocho de la mañana. Ejercitan los músculos hasta las once, que es cuando hay toque de diana. Entonces, cogen el instrumento, trabajan las escalas, entrenan los dedos y respiran, musicalmente. Así todos los días hasta la una. El jueves sacan la música a pasear. Es día de concierto en Capitanía, pero están disponibles los 365 del calendario para actuar donde les llamen, un colegio o un centro de mayores. En los cinco años en los que Iván Rodríguez es batuta, hicieron suyas más de 300 obras. De autores clásicos, temática militar y música ligera, porque lejos de lo que la gente pueda pensar, la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Logística Operativa interpreta versiones de Queen si la ocasión lo requiere.


Dice el director que entre los 28 tratan de que cada pieza tenga la misma fuerza que si la tocaran los 45 que marcó la Revolución Francesa como la alineación correcta. Esta semana hubo oposiciones así que esperan que en poco tiempo haya más atriles con papeles representando a un cuerpo que tiene banda sonora por su importancia. Y es que desde que la zarzuela entró por la puerta de Atocha, no dejó de sonar la música. La unidad tiene 143 años y distintos nombres a lo largo de una historia, que colocó en el altillo como maestros al padre de José Sarasate o a José Lodeiro, el que compuso el primer himno del Barça.


Rodríguez explica que antes, las bandas militares eran una de las pocas salidas que tenía un músico. Es más, en A Coruña, hasta los años 50, los vecinos no contaban con más formaciones que la que calza botas con cordones: “La municipal no nació hasta los 60 y la OSG acaba de cumplir 25 años”. Las óperas italianas comenzaban su recorrido en Barcelona y bordeaban la Península para acabar en A Coruña. Para cuando ponían un pie en la ciudad, los coruñeses ya se sabían las obras de memoria como si fueran estribillos “pop” porque en ese tiempo de espera, “la banda militar funcionaba como ‘Los 40 Principales’ y las daba a conocer”.


Así que la zarzuela fue al principio la base de sus programas, pero en los últimos decenios, las corrientes europeas tiene presencia junto a autores como Cesarini, Philip Parke o James Barnes: “La música militar no existe, sí obra de temática militar”, la mayoría desnaturalizada como “Barras y Estrellas”, de Philip Sousa. Cada arma tiene su himno, añade el teniente general Enrique Costas y al final, la música sirve para unir a la gente, con o sin uniforme. En A Coruña, 28 están dispuestos a tocar donde se les pida. Poniendo a rodar los símbolos de una institución con 6.000 efectivos que además de replegar hospitales en Irak o Afganistán y liderar campañas en la Antártida, da vida a una de las tres unidades gallegas que alimentan de gusto al oído.

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