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jueves | 25 abril | 2024
Si es verdad que el mar tiene reflejos, también puede ser el espejo en el que una ciudad se mira. Siempre que nada se lo impida, claro. En el caso de O Parrote, un telón de cemento impide la vista de la lámina del agua del puerto a aquellos que caminan por el paseo a la altura de La Solana, y ayer cerca de 50 personas se reunieron en ese punto para exigir que el Ayuntamiento declare ilegal la licencia de obra que permitió levantar lo tanto la plataforma en Defensa do Común y la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja consideran una monstruosidad.
Sobre el papel, las cosas están muy claras: se trata de una zona monumental, y está prohibido levantar una edificación que impida las vistas al mar. Lo malo es que sobre el terreno está igualmente claro y es muy difícil para alguien que no mida más de dos metros poder atisbar siquiera una rendija de agua por encima del tejado de las instalaciones.
Manuel Monge, responsable de la plataforma, explica que ya se paralizaron las obras en una ocasión, precisamente porque los planos indicaban que se produciría este problema, pero los promotores reformaron el proyecto en noviembre de 2016, y el 20 de febrero de 2018 Patrimonio y en mayo, el Ayuntamiento, dando su visto bueno al nuevo proyecto y la nueva licencia. Para Monge, “hai que revisar esa licencia porque o proxecto aporta uns datos falseados”. Las obras llevan tiempo paralizadas pero podrían retomarse, así que los manifestantes exigen que el Gobierno local retire la licencia de obras.
Un photocall
Así que para protestar por este abuso, los manifestantes decidieron organizar un photocall al que invitaron, en tono no exento de retranca, a las autoridades responsables desde la Autoridad Portuaria a la Dirección General de Patrimonio, pasando por la Concejalía de Regeneración Urbana. Ninguno acudió.
Por su parte, Pedro Roque, recordó que la primera liencia había sido concedida por el Gobierno de Carlos Negreira y que el trámite siguió hacia adelante sin que nadie percibiera ninguna anomalía hasta que la asociación que el preside preguntó si era legal. Entonces se revisó y se descubrió que las dimensiones no coincidían con los planos, excepto la altura, irónicamente. Aquello permitió al Gobierno de Xulio Ferreiro paralizar la obra de Metropolitan S.L.
Pero lo que ocurrió fue, que en vez de demoler la estructura ya levantada e indemnizar a la empresa, lo que se hizo fue abrir un expediente de reposición de la legalidad, que permitió a la empresa presentar un nuevo proyecto. Para Roque, es “Es un atentado claro, manifiesto y visible contra el patrimonio y contribuye al aislamiento de la Ciudad Vieja”.
Oradores
Además, se dificulta la visión de la muralla desde el Paseo Marítimo, así que la estructura de hormigón que, por el momento, permanece inalterada desde hace más de un año, no es más que un enorme borrón en el paisaje. Uno por uno, hasta cuatro oradores subieron los peldaños de la escalera para arengar a los presentes sobre la gravedad del problema.
Felipe Senén, arqueólogo y experto en patrimonio coruñés, animó a los presentes a “enxergar”, un vocablo gallego que significa poner los cinco sentidos. Pero en realidad, solo hacía falta uno, porque saltaba a la vista.
