Reportaje | “Lo que no sabía de mí”, un viaje hacia lo desconocido a través de la sexualidad

Reportaje | “Lo que no sabía de mí”, un viaje hacia lo desconocido a través de la sexualidad
Sibila Freijo ya está en A Coruña para disfrutar de las fiestas | pedro puig

Sibila Freijo (A Coruña, 1972) estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, donde leía a Galdós y a Dickens entre otros. Trabajó en varios medios y vivió en primera persona la irrupción de internet en nuestras vidas, momento en el que comenzó a escribir un blog, “Sexo en Chamberí”. Después de aquello, un poco saturada, abrió una tienda de té en el barrio madrileño de Malasaña donde vendió “poco” aunque escribió “bastante”. En ese contexto surgió la que es su primera novela, “Lo que no sabía de mí”, un libro erótico aunque “con algún que otro giro de tuerca al género”. En estas fechas vuelve a su ciudad natal para firmar su obra en la Feria del Libro el próximo jueves en la caseta de la librería Arenas (18.30 -20.00 horas.
”Sexo en Chamberí”
Lo que empezó siendo como un blog íntimo, “para mí”, y que creó al personaje de Carlota, una mujer recientemente divorciada tras un largo matrimonio, condición que comparte con la escritora, acabó dando paso al libro “Lo que no sabía de mí”. La naturaleza de sus párrafos es claramente erótica y cuenta cómo a la protagonista, ante un panorama desconocido para ella como es la soltería, se le abre un nuevo mundo de sexualidad que apenas conocía, a la vez que intenta compaginarla con su vida cotidiana y con la de sus hijos.
“Siempre he escrito. Fue de casualidad. Una editorial leyó una de las entradas de mi blog, que en un principio eran más satíricas y de humor que eróticas, y me propuso hacer una novela de este género”, explica Sibila Freijo. “Al principio no me convencía la idea, pero acabé aceptando”. Esto fue hace un año. Ahora, la autora ya está preparando la segunda entrega de la que planea que sea una trilogía. “Decidí que tenía que elegir entre un humor más satírico o erotismo puro. Me decanté por lo segundo, ya que, por ejemplo, los chascarrillos en medio de una escena de sexo pueden resultar un poco chocantes, rompen la atmósfera”, asegura.
“Trata de rehacer su vida a través del sexo”. Con esta premisa empieza. Entre sus líneas se aprecia cómo han cambiado las relaciones personales en los últimos años. Tinder, Whatsapp o Instagram son ahora catalizadores de encuentros entre personas, plenos desconocidos con una misma intención. “Frivolizan un poco las relaciones interpersonales, pero para Carlota, es una oportunidad para luchar contra la soledad”, explica Freijo.
Un género en ebullición
La novela “50 sombras de Grey” fue un auténtico acontecimiento, como también lo fue su adaptación cinematográfica. La autora, sin embargo, intentó huir de estas estereotipadas historias de chica joven conoce a chico rico: “Me inspiré en otro tipo de novelas, aunque es evidente que 50 sombras es un referente por su éxito”. “Las edades de Lulú” de Almudena Grande o las cartas que James Joyce le escribía a su mujer, que eran muy explícitas, “fueron una gran inspiración”. “La novela está enfocada a gente que comparte características con las de la protagonista. Una mujer de 40 años que se redescubre a partir de una sexualidad latente en su interior”, dice. El libro también ahonda en cómo compaginar una diva de sexo desenfrenado con una vida de madre: “Ella se siente incómoda cuando ambas vidas se entrelazan, pero a la vez está segura con sus hijos. Hay muchas mujeres en una mujer”.
A parte del sexo, “que lo hay sin ataduras ni filtros”, el paso del tiempo, la pérdida de la juventud y las inseguridades de una mujer son algunos de los temas sobre los que escribe. “Vivimos en la época de la tiranía de la imagen. El miedo a envejecer y dejar de ser atractiva es algo que seguramente afecte más a las mujeres que a los hombres. Para Carlota es duro. Sale de una larga relación y casi no ha tenido relaciones con más hombres y eso le hace sentirse insegura. Es duro y no sabe lo que hace”, comenta Freijo.
El género erótico es considerado como menor entre parte de la crítica y de la audiencia. “Algunos medios tienen ciertos prejuicios contra este género. Por ejemplo, el negro o policiaco está muy exprimido, pero se sigue considerando de referencia. Mi libro está pensado para gente con bagaje literario. Lo que importa es la calidad literaria”, defiende la autora”.

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