Reportaje | Las mujeres se ponen al mando de los problemas vecinales

Para Luisa Varela, la presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales, los inicios no fueron fáciles. Notó cierto rechazo por parte de ciertos sectores que entendían que por ser mujer no iba a ser capaz de resolver los problemas. Nadie nace aprendido, pero “las dificultades también las tienen los hombres” y en todo este tiempo, la representante se ganó un respeto: “Antes teníamos ese hándicap las mujeres, pero ahora ya no se nota eso porque tú te haces valer”.

De un tiempo a esta parte, distintos colectivos que pujan por los barrios de la ciudad vienen de renovar sus directivas y se da la casualidad que en muchos casos son mujeres los que se ponen al frente. En Eirís, Suso Prado, que llevaba trece años ocupando el puesto más visible, le dio el testigo a Mónica Díaz, que fue anteriormente vocal.
En Novo Mesoiro, otra Mónica, Mónica Calvo preside la asociación del distrito más joven donde no hay distinción hombre y mujer porque “lo importante es que haya buena disposición, capacidad de organización y muchas ganas de trabajar”.

En esas están con iniciativas como la de la plataforma a favor de un transporte público en condiciones, que conecte la atalaya con la Universidad donde acabarán muchos de los retoños que hoy pasean entre Ribeira Sacra y Fragas do Eume. En Monte Alto, Raquel Olveira se estrenaba hace unas semanas como la representante de Monte Alto.
Sustituye a Alberte Fernández, que pensó que seis años eran suficientes y que los colectivos funcionan si las caras se renuevan. Del apoyo unánime que recibió en febrero de los socios dice que se sintió “un pouco sorprendida” y aunque ellas siempre estuvieron participando en el movimiento asociativo, muchas veces su trabajo se vio relegado a un segundo plano.

Hoy encabezan listas y en el caso de Raquel, su mandato pasa por darle voz a los más jóvenes activando un Telegram para que manden sus necesidades en misivas cortas o largas. Se hagan ver. Por eso, también han pensado en incrementar la cartera de actividades “para que a xente moza faga propostas”. Además, aspira a tenderle la mano a otros entes como las Ampas y de tipo cultural: “Somos un barrio moi rico e no eido deportivo tamén”. La línea de reactivación será paralela a una tendencia continuista para pelear cuestiones aún no resueltas como la cobertura de buses.

En Los Rosales, Carín es la voz del barrio que se corona en plaza Elíptica. Mili conduce el programa en Loureiro de Visma y otras dos mujeres más llevan lidiando años en la parte del Ensanche y Os Mallos. Son Aure López y Aida Antón. Noemí Ferreiro les sigue el paso para pedir seguridad en la Sagrada Familia.
En el tejido vecinal de A Coruña, al menos diez mujeres buscan tiempo libre entre sus quehaceres y trabajos para mejorar el terruño que ven cuando se despiertan.