Reportaje | Un envoltorio clásico para un concierto diferente

Reportaje | Un envoltorio clásico para un concierto diferente
Serán cerca de 30 cantores interpretando éxitos del pop y del rock en María Pita

No se engañen. Lo que van a ver esta tarde en María Pita tiene de clásico el uniforme liso y negro que llevarán los cantores, la puesta en escena, y no en todo el concierto, o la batuta que les guiará en todo momento. Sin embargo, el libreto imprimará más ritmo de lo habitual al Coro Joven de la OSG, que tiene pensado llevar a su terreno a partir de las 20.30 horas hits como “Dancing queen”, al que le pondrán coreografía o el “Bad romance”, de Lady Gaga, un tema que a su director Dani G. Artés le gusta especialmente porque se adapta al dente a la naturaleza de una formación de voces.
La selección es cosa de él, asegura, unos lo aceptan mejor que otros, pero todos disfrutan al máximo actuar en María Pita que “es como actuar en el salón de casa”.
Les acompañará una banda salida de la Rock School, esto es, guitarra, batería, bajo y piano. Será el cuarto año que se aliarán con el rock, “todos los años es un éxito”, dice el director, y “a los chicos les encanta. De hecho, hay algunos temas que ya forman parte de su repertorio y que cantan cuando la ocasión lo pide: “Con ‘Dancing Queen’ llevamos muchos años, lo tenemos en el ADN”. Otra de sus favoritas es “Creep”, de Radiohead: “Nos gusta especialmente” y, en general, los que tienen entre 14 y 22 años, se atreven con grupos a los que adoran.

Con “Carmina Burana”
Serán cerca de 30 en el estrado, que se irán a dormir sabiendo que el de hoy no será el único caramelito de la semana. El sábado estarán con los mayores y la OSG interpretando “Carmina Burana”: “Son días súper intensos y estar con la Sinfónica ni te cuento lo que disfrutan”.
En la formación más joven, su batuta desde 2014 señala que se producen altas y bajas a menudo porque a esas edades muchos se van fuera a estudiar o “los hay que se dan cuenta de que no es lo suyo aunque los menos”.
La mayoría quedan porque la música es su pasión. Cantarla y tocarla y por eso, “estar en la OSG es una experiencia muy importante”. Cuenta Artés que hasta los 20 y pico años, la voz no se estabiliza. Por eso, él les ayuda a reeducarla: “Vuelven a aprender a manejarla” y entre tanto, afilan su talento: “Tienen mucha sensibilidad y ganas de aprender, de ahí la gran responsabilidad que tengo de que no escapen, de que se lleven algo de aquí”.
Esta noche, en María Pita, serán galácticos a las 20.30 horas con “Star Wars”, grunges con Nirvana y, sobre todo, compañeros. Que es la primera lección que se aprende al trabajar en equipo. l

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