Reportaje | Un cuarto de siglo siendo una bacteria que contagia de vida los escenarios

Reportaje | Un cuarto de siglo siendo una bacteria que 
contagia de vida los escenarios
La agrupación tiene una colección de títulos importantes, sobre todo, comedias

Hace 25 años, el grupo de teatro Sal-monela se juntó para representar su primera pieza. No tenían más intención que la de agradar a un público, los funcionarios de la Seguridad Social, que no dejó de aplaudir y se rio con los gags de Jardiel Poncela hasta el punto de que se metieron de lleno con García Lorca. Tenían sed de más. Cuenta el director Modesto Gómez que a la fiesta del sábado a las 20.00 horas están invitados todos los que formaron parte del grupo porque aunque hubo épocas de enfrentamiento, al final son como una gran familia y a todos se les quiere.
Llevan preparando el evento desde hace meses, pero todavía faltan detalles para hacer del local de la calle de Nebrija el escenario perfecto. Allí, los 15 que son, en la actualidad, se juntarán con los anteriores para hacer memoria y recordar los primeros ensayos en el colegio Grande Obra de Atocha y la colección de títulos, sobre todo, comedias, que sirvieron a la butaca: “Quedamos tres de los del principio” y pese a que les falta gente joven, en el último año ficharon a dos chicos con los que pasearon “La otra orilla”, de José López Rubio. Modesto explica que el nombre fue otra carambola: “Uno dijo que su hijo había cogido salmonelosis y de ahí Sal-monela”.
Dice que ahora están en una etapa muy tranquila y como una pandilla de amigos, no pueden pasar el verano sin verse así que si no hay una obra en cartelera, se las ingenian para quedar. Modesto confiesa que el teatro le da muchas satisfacciones. A él y a los que arrastró como a Loli, que actúa con ellos desde hace cuatro o cinco años: “Ella nació de nuevo”.
Lo mismo le pasó a Tatiana y a Paco, asegura, y por momentos como cuando se pasaron horas fabricando un decorado “pringados de cola” Gómez no puede evitar echar una risotada, igual que cuando recuerda el musical que interpretaron: “Éramos 30 encima del escenario y se preparó en un mes”.
Salió redondo, añade, y se va hasta otro capítulo, cuando llevaron a Miguel Mihura y a “Maribel y la extraña familia” al teatro Rosalía o la vez que fueron parte de un festival en Pontevedra con “La cena de los idiotas”. Por todo eso y más, el sábado desearán en alto una larga vida al teatro.

Reportaje | Un cuarto de siglo siendo una bacteria que contagia de vida los escenarios

Te puede interesar