Reportaje | Cuando al Deportivo le costaba 2.000 pesetas jugar un partido en Riazor

Reportaje | Cuando al Deportivo le costaba 2.000 pesetas jugar un partido en Riazor
La imagen que ofrecía el estadio de Riazor es muy diferente a la actual | aec

En la sesión plenaria del 30 de septiembre de 1944 se da lectura a la propuesta suscrita por el señor Villar Fano –aprobada por la comisión municipal cerca de dos semanas antes–, por la cual se fijan las normas para la utilización del campo de fútbol del estadio municipal de Riazor.
En su intervención, el señor Escudero manifiesta que, según el reglamento de la Federación de Fútbol, los equipos debían tener campo propio o arrendado y que, no siendo así, no podría ser utilizado por el Real club Deportivo. Propone que, sin perjuicio de los intereses generales del Ayuntamiento, se dé alguna facilidad al club, como hacían otros ayuntamientos.
Poco después, el 28 de noviembre, se da cuenta de las condiciones de arriendo del campo de Riazor con arreglo a una veintena de cláusulas. La principal indica que el contrato se refiere al arrendamiento al RC Deportivo del estadio municipal de Riazor exclusivamente en los días de partidos, tanto amistosos como de competiciones oficiales organizadas por la Federación Española de Fútbol y por las regionales, si bien autoriza al club a utilizar el campo gratuitamente, durante los días que estime convenientes, para la buena preparación y formación de sus jugadores.
El plazo de arrendamiento será de dos años, a partir del 1 de septiembre de 1944 con un precio de 150.000 pesetas anuales, 2.000 pesetas por cada partido oficial y 1.500 pesetas por cada amistoso, teniendo además el club que constituir en la Caja Municipal la cantidad de 20.000 pesetas, en concepto de fianza, para responder del cumplimiento de este contrato.

Otros usos
El Ayuntamiento, por su parte, se compromete a tomar las medidas para que desde los terrenos dedicados a otros deportes no pueda haber público en lugares desde los que se vea el campo y se reserva el derecho de contratar directamente con la Federación Nacional o con la Federación Gallega las condiciones de utilización del campo de fútbol para las celebraciones de partidos internacionales. Del mismo modo se compromete a inscribir el estadio municipal en la Federación Gallega como pertenencia de Corporación de interés público y con igual finalidad, reconoce expresamente a la Federación Nacional y a la Regional Gallega el derecho a utilizar el campo y las instalaciones anejas, mediante el pago de las cantidades que se fijen en cada caso, para partidos internacionales, de entrenamiento y de ascensos.
Además, el Gobierno municipal podrá disponer de dicho campo para las celebraciones de otros entrenamientos o espectáculos, en cuyo efecto la Alcaldía podrá señalar día y hora de su celebración, que será notificada al Deportivo con 48 horas de anticipación, sin que este pueda oponerse ni tenga derecho por ello a indemnización alguna.
El Ayuntamiento, con el fin de contribuir al desarrollo de los deportes y facilitar al RC Deportivo el saneamiento de su situación económica, le exime, durante el primer año de contrato, que termina en 31 de agosto de 1945, del pago de las 150.000 pesetas del precio anual del arrendamiento, debiendo solo satisfacer las cantidades señaladas por cada partido jugado.

España-Portugal
El 6 de mayo de 1945 estaba marcado en el calendario municipal como la fecha de un partido internacional que se disputaría en el estadio de Riazor, y la corporación consideraba dos meses antes que era de todo punto imposible que se hallasen terminadas todas las obras del estadio, tales como, campos de jockey y pistas de tenis y frontón. Sí estarían acabadas, no obstante, todas las instalaciones relacionadas con el fútbol y en la sesión plenaria se confirmó que las obras de construcción del estadio de Riazor, costaron al erario municipal más cuatro millones de pesetas.
Para el 30 de abril se da cuenta a la Corporación de los festejos a celebrar con motivo del encuentro internacional entre España y Portugal en el estadio de Riazor, durante los días 3 y 9 de mayo. Una vez finalizados estos, el 14 de mayo, da cuenta el Ayuntamiento de la celebración de los mismos y agradece aparte de al comercio de la ciudad, a las emisoras de Radio Nacional y Radio EAJ 41 (Radio Coruña) así como la labor de la propaganda realizada por la prensa de Madrid y de una forma muy particular la ofrecida por el periódico Ya que organizó un tren especial que condujo a gran número de madrileños a la ciudad, así como los elogios tributados por el diario madrileño ABC, y de un modo muy particular a los diarios locales, El Ideal Gallego y La Voz de Galicia, así como a la Hoja del Lunes, editada por la Asociación de la Prensa de La Coruña.

Homenaje
En la misma sesión, se acuerda homenajear al que fuese alcalde de la ciudad José Pérez Ardá, principal impulsor de las obras de construcción del estadio municipal de Riazor, iniciadas en 1939 y que el 6 de mayo de 1945 había sido escenario de un partido de fútbol internacional, entre las selecciones de España y Portugal. A Pérez Ardá se le hará entrega en un acto a celebrar en las casas consistoriales de una placa de plata, con la leyenda adecuada al caso, se colocará otra placa conmemorativa en el estadio municipal y se le concederá un asiento perpetuo en el palco que el Ayuntamiento tiene destinado en el referido Estadio.
El siguiente hito relacionado con el estadio de Riazor que tuvo su reflejo en el pleno municipal fue tres años después, el 2 de abril de 1948. La corporación trató en su sesión el ascenso del RC Deportivo a la Primera División de la Liga Española de Fútbol, refiriéndose la Presidencia a este asunto y acordándose hacer constar en acta la satisfacción de la corporación municipal por el brillante éxito del primer equipo de fútbol y facultar a la comisión de fiestas para adherirse a los homenajes que puedan celebrarse en honor de los jugadores del mismo. l

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