Reportaje | La cruz del poblado de O Portiño que carga el Ayuntamiento

Reportaje | La cruz del poblado de O Portiño que carga el Ayuntamiento

Los residentes del núcleo chabolista de O Campanario están de enhorabuena. Tras medio siglo de espera, por fin se reformará el viejo local de la asociación de vecinos, que es el centro de la vida comunitaria de este poblado situado en O Portiño. En la junta de gobierno del viernes se aprobó invertir 400.000 euros con los que subsanarán las graves deficiencias de este inmueble. Ramón Pérez, un histórico del movimiento vecinal de O Campanario, recibió un mensaje del concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, confirmándole la noticia.  
Pérez se mostró encantado, igual que el actual presidente de la asociación de vecinos, Carlos Gómez. “Por aquí han pasado muchos gobiernos locales pero ellos han sido los primeros en preocuparse y hacer algo”, elogian. El local de la asociación de vecinos acoge las clases de apoyo escolar, los campamentos de verano... y la Iglesia de la Nueva Jerusalén.
Este centro del culto evangélico (la gran mayoría de los residentes del poblado siguen esta confesión) se abrió hace siete años, y recibe la visita de predicadores que van rotando cada cierto tiempo. Los representantes de O Campanario están seguros de que la ansiada reforma del inmueble, que esperan que comience en septiembre u octubre, no supondrá su cierre, a pesar de que el edificio es de titularidad municipal y de que el Gobierno de la Marea Atlántica siempre se ha caracterizado por su estricta laicidad. Por ejemplo: el alcalde, Xulio Ferreiro, nunca ha aceptado participar en procesiones, misas o cualquier otro acto religioso.
A favor de su mantenimiento 
Sobre este particular, el Ayuntamiento ha rechazado hacer declaraciones. Pero desde O Campanario consideran que la actividad religiosa debe continuar en un edificio, que reconocen que es de titularidad municipal. “Si intentaran cerrarlo, nos tendrían en contra”, advierten. 
Pérez recuerda que el edificio que es actualmente la sede de la asociación de vecinos se levantó en el 67, cuatro años después de que se fundara el propio poblado: “Era del padre Villa. Se levantó sobre terreno donado, como el resto de las casas”. Antes de pasar a manos municipales, se celebraron en sus dependencias misas, así que, en realidad, su uso religioso no es una novedad. Tampoco para la Marea Atlántica, la labor de cuyos concejales elogian en el poblado: “Antes de formar un partido político ya trabajaban con nosotros, por lo menos desde cuatro años antes”. 
Arreglos espontáneos 
En todo este tiempo, el local de la asociación no ha sufrido ninguna reforma, excepto las que llevaron a cabo los propios vecinos del poblado de forma espontánea: un porche frente a la entrada principal y una lavado de cara de la iglesia de Nueva Jerusalén: “Pero eso no se puede llamar reforma”. 
La asociación tiene pendiente una reunión para conocer el plan de la obra “tendrán que ir por tramos para que se siga usando”, comentan. Mientras tanto, también señalan otras acciones positivas, como la actualización de la titularidad de las casas y aunque el concejal de Regeneración Urbana se ha mostrado en contra de la consolidación de los núcleos chabolistas, los de O Campanario se sienten diferentes: una verdadera comunidad, a la que ahora que el Ayuntamiento les ha aliviado del peso de la cruz que suponía el abandono del edificio. l

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