La ciencia que se divulga en jaimas y se mastica al aire libre

La ciencia que se divulga  en jaimas y se mastica al aire libre
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De una batería fumadora a la cúpula de Leonardo, que no necesita apoyos porque las piezas se sostienen con su peso, el parque de Santa Margarita fue ayer una lección de ciencia andante donde los niños se calzaron la bata y explicaron orgullosos lo que salía de sus laboratorios convertidos en jaimas. Nueve tiendas más, 50, acamparon en un Día de la Ciencia en la Calle al que la Banda Municipal le puso banda sonora. 
Para Javier Novelle, el presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias, la música es fundamental en cualquier fiesta junto con las bombas de palenque y la gente, que no faltó. Hasta 36 centros y dos facultades, Ciencias y Caminos, se concentraron en el reducto, así como entidades científicas. Así es que mientras los del Illa Verde de Lugo demostraban cómo queda un pulmón después de fumar, los del Vicente Otero Valcárcel de Carral mezclaban agua caliente con levadura y harina para crear la exquisitez que les da el título de embajadores del pan. 
Además, Natalia hizo la prueba del algodón que consistió en demostrar con Betadine si otros productos, además del pan, tenían almidón: “Si oscurece es que contiene”. La experta señaló que, aunque en una barra es inevitable por la harina y tampoco es nocivo, “no xamón iorque ou nas salchichas úsano para inflalo”. 

Como trucos de magia
De ahí a los chicos de Cesuga, que se llevaron la impresora 3D para fabricar figuras como las que utilizan en el Grado de Arquitectura. Dos representantes del Neira Vilas de Oleiros advertían a la par que iban a realizar una mezcla explosiva. Nada que ver con lo que tenían entre manos Sergio y Marta, del IES David Buján de Cambre, que hicieron magia para escenificar la contaminación acústica que no se ve. De esta forma, le pusieron un globo a un altavoz y aparte, mezclaron agua y maicena, “que es un combinado no newtoniano”. Con un poco de este jarabe sobre el altavoz en “on”, la música permitió ver cómo los graves levantan de forma distinta el globo que los agudos. La mañana sonó a radio con CUAC FM poniéndole contenidos para adentrarse en las bioinvasiones con Calasanz, que se trajeron un ejemplar de uña de gato del patio: “Ocorre cando o ser humano introduce unha especie que non ten depredadores”. Sogama por su parte se estrenó en el evento con el reciclaje a cuestas, al mismo tiempo que los niños dejaron constancia de que hay cantera. 
Lo confirmó Novelle sobre las doce: “Lo que sobran son críos, lo bonito es que antes eran los profes los que les animaban a participar y ahora son los pequeños que están preguntando si ya hay convocatoria”. A pocos metros, un mago de cerca buscaba adeptos. Javier decía que la chistera era básica porque “la ciencia se basa en la certeza, pero las cosas no son a o b, todo lo contrario y es importante que lo sepan”. Sobre un tapete donde los del Otero Pedrayo desplegaron norias y máquinas de vapor en miniatura para demostrar que el movimiento pasa de circular a rectilíneo a golpe de poleas, la ciencia estuvo más viva que nunca. Los chavales le pusieron patas y esta se marchó contenta al saber que engancha. Gusta y entretiene. l

La ciencia que se divulga en jaimas y se mastica al aire libre

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