9º-15º
miércoles | 24 abril | 2024
El Centro d’Art d’Época Moderna (CAEM) de la Universidat de Lleida no descarta que cuatro dibujos que analizan a golpe de microscopio y son propiedad de un particular pertenezcan a la etapa de Picasso en A Coruña. Los especialistas en verificar la autoría de grandes firmas se encuentran en la primera fase y de momento tienen el silencio como respuesta por parte de Picasso Administración, que son los únicos que pueden autenticar que los trazos provengan del lápiz del genio.
La investigadora María Antonia Argelich cuenta que las obras pueden ser bocetos que el pequeño realizó para la escuela de la plaza de Pontevedra. Los materiales empleados encajan y la forma de utilizar las dos caras para pasar de un dibujo académico a uno familiar en el mismo soporte es lo que solía hacer el malagueño.
Reconoce, eso sí, que no se pueden comparar con otros brillantes: “Son propias de un niño, que coinciden en estilo y temática”. Hasta ahora, no han utilizado técnicas sofisticadas, sí un microscopio digital con el que estudiaron a fondo trazos y materiales. En cuanto a la arquitectura que rodea a las figuras, los expertos apuntan que no están muy definidas como para asegurar que correspondan a su casa de Payo Gómez y a la escuela de Bellas Artes donde dio sus primeros pasos: “En la de la ‘Mujer planchando’ apenas entra un gesto de luz por una ventana, que no está muy definida”. Por delante, les queda contrastar sus conclusiones con las miradas especialistas en esta época.
Ellos no son expertos en Picasso, señala Antonia, pero aseguran que hay una serie de evidencias que los convierten en “posibles”. Dos están firmados con nombre completo, uno lleva las iniciales y un cuarto no está atribuido a Picasso: “Lo lógico es que a esta edad no firmase”. Sin embargo, barajan la posibilidad de que la propia familia añadiese la rúbrica para comercializarlos. Argelich comenta que los rasgos de padre y madre se asemejan. Están próximos. De ahí que no descarten que sean suyos.
