Reportaje | Un carril bici insuficiente en una ciudad llena de malos hábitos de circulación

Reportaje | Un carril bici insuficiente en una ciudad llena de malos hábitos de circulación

A Coruña ha estrenado recientemente nuevos tramos de carril bici y contará con otros próximamente, algo que celebran los colectivos ciclistas pero que, apuntan, no es la panacea, ya que la ciudad cuenta con demasiados coches y, por lo general, con conductores que acumulan malos hábitos al volante y que respetan bien poco al resto de usuarios de la vía.
Anxo Carracedo, habitual de la bicicleta y uno de los miembros del Club Ciclista Riazor, considera que tanto el Ayuntamiento como otras administraciones “están haciendo un esfuerzo” por implantar el carril bici y “han tratado de hacer buenos proyectos”.
A pesar de esto, y siendo defensor de esta infraestructura, Carracedo reconoce que lo más importante es promover la convivencia entre vehículos, peatones y ciclistas. “Habrá zonas donde no se pueda implantar el carril bici y los ciclistas tenemos que poder circular igual, por lo que es necesario calmar el tráfico y trabajar mucho en la concienciación”, indica.
Los colectivos piden que se implanten más zonas 30 y “que se respeten las actuales”, exige Fran García, del colectivo ciclista MobiLiza, quien asegura que estos espacios “están mal diseñados” y se queja del agravio comparativo entre vehículos y bicis: “Un coche puede pasar por toda la ciudad, las vías tienen continuidad siempre, pero para las bicis los carriles empiezan y terminan de repente, muchas veces sin señalización. ¿Qué haces, te metes en la acera?”, se pregunta el portavoz de MobiLiza.
Sobre el papel, dice García, “todos los proyectos de los nuevos tramos están bastante bien pensados y cuentan con criterios de ingenieros para fijar anchos, separaciones y señales”. Otra cosa positiva, indica, es que los carriles “se están construyendo sobre la calzada y no sobre la acera, como se hacía hasta el momento, restando espacio al peatón”. Lo importante, apunta, es “crear una red de vías ciclistas, más allá del carril bici, porque así los que no sean muy expertos se animarán a coger la bici para desplazarse”.
Doble fila
A Coruña no es una ciudad “fácil” para las dos ruedas, reconocen los usuarios de la bicicleta. “Hay muy malos hábitos y tenemos un problema serio con la doble fila. Nosotros encontramos nuestro espacio circulando por la derecha pero, a veces, los coches aparcados nos hacen dar giros inesperados y somos nosotros mismos los que podemos poner en riesgo a otros”, señala Carracedo.
Aseguran que la solución sería fomentar “pequeñas acciones” que no implican una gran inversión, como las campañas informativas o la señalización adecuada de los tramos ciclistas. Roberto Rilo, presidente de la Asociación de Ciclistas Crunia, afirma que “hay un consentimiento absoluto de la doble y hasta triple fila, especialmente en las zonas escolares, donde los coches se amontonan sin que el Ayuntamiento haga mucho para evitarlo”.
Rilo defiende la idea de “redistribuir el espacio público”. “Vivimos en un mundo dominado por los coches, se abusa de ellos y debería pensarse más en el peatón y los ciclistas, así como en el transporte público”, dice el representante de Crunia, quien apuesta por “ponérselo difícil a los conductores para reducir el volumen de tráfico rodado”.
Además, Rilo llama a repensar el sistema de carga y descarga en la ciudad, promoviendo el uso de bicicletas y otros vehículos “poco invasivos” para repartir cierto tipo de mercancías. “Todos compramos en internet y no es normal que la calle se llene de furgonetas grandes de empresas de mensajería para llevar paquetitos que a veces pesan 100 gramos”, apunta Roberto Rilo.

Beneficios físicos
A mayores de los beneficios en la circulación, Fran García añade los beneficios a nivel físico de andar en bicicleta, que “produce endorfinas”: “He hecho mi propio estudio mirando a la gente que conduce o que va en bici. Los que van en coche suelen tener caras serias y ponerse de mal humor al conducir”, indica, y recuerda que los atascos en A Coruña, muchas veces, “provocan que los vehículos no superen los 20 km/h, por lo que les compensaría dejar el coche en casa”.
García cree que, por lo general, a la gente le gustan las bicicletas, pero “les molesta que el entorno cambie para adaptarse a ellas”. El ciclista apuesta por fomentar el respeto entre ciudadanos en todos los ámbitos, para no trasladar malas vibraciones a la carretera. l

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