Reportaje | La cara “b” de una peli que pobló dos millones de butacas

Reportaje | La cara “b” de una peli que pobló dos millones de butacas
Parte del elenco posa con representantes de la Fundación Jove | javier alborés

El equipo de la película “Campeones” se desplazó ayer hasta los Cantones Cines para celebrar los 15 años de la Fundación María José Jove con un pase muy especial al que asistieron 500 personas, la mayoría usuarios y familiares de sus actividades de arte, educación y ocio inclusivo.

Antes de que los jugadores de baloncesto dieran una lección de vida en la gran pantalla, espectadores y protagonistas mantuvieron un encuentro. Es la cara “b” de una producción, más importante que la “a”, que habla de números y que ya sentó en butacas a más de dos millones de espectadores. Unas 300 copias se irán a Francia, un “hito”, ya que esto solo ocurrió en el país vecino con Almodóvar y Carlos Saura. Por encima de todo eso, Javier Gutiérrez dice que es de las películas más importantes de su vida, sino la que más, “una apuesta personal porque tengo un hijo con una discapacidad y para mí era muy importante darle visibilidad”.

Cuenta que fue una experiencia agotadora en lo físico y emocional: “Javier Fesser es un director muy exigente con la peli en su cabeza y 150.000 kilómetros por delante del resto”. Gutiérrez llegó a preocuparse por si no salía el proyecto al contar con actores “muy ajenos a los rodajes, algunos con problemas de medicación y atención como para sobrellevar sesiones de diez y once horas”. Pero el capitán del barco hizo lo que tenía que hacer, sus sensaciones se disiparon y la cinta retrata hoy la realidad del mundo de la discapacidad: “Debería ser de obligada visión, pero la educación y la cultura están como están en nuestro país”.
Y porque había mucho miedo por la crítica, la proyectaron primero a asociaciones que trabajan la discapacidad y a sus miembros: “Fue algo para enmarcar”. El mismo aplauso recibió hace dos días el intérprete cuando fue a recoger a su hijo al colegio y la directora le agradeció el papel en la historia. Ayer su pequeño la vio por primera vez. Él tuvo mucho que ver en que la protagonizase: “Desde que nació soy mejor actor y mejor persona, veo la vida desde otro lugar. La ambición se va rebajando y le das prioridad a cosas menos detectables”.


Desde la perspectiva que ocupa ahora, habla de lo mucho que se aprende al lado de ellos: “Las ganas de vivir, de experimentar cosas”. Y la huella emocional que dejó la cinta es un grupo de Whatsapp y quedadas físicas: “Esto no pasa en muchas pelis”.
Javier mientras continúa en su trayectoria ascendente. Viene de terminar “Mirage” con Belén Rueda y aparecerá en la tele como fotógrafo de bodas en “Vergüenza”, a la vez que cocina “¿Quién es el señor Smith?” para el teatro y apunta ideas. No vaya a ser que la señora inspiración le mande ponerse a producir una película o a dirigir una obra teatral.

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