11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Desde aquel primer concierto donde la OSG interpretó clásicos de la lírica española hasta hoy pasaron 25 años de directos aquí y también allá porque la orquesta exportó su talento al otro lado del charco, en Argentina y Brasil, lo hizo sonar en el Musikverein vienés y colaboró con nombres como Maurizio Pollini, Anne-Sophie Mutter o Krystian Zimerman.
Grabó discos para Emi, Decca, Koch, Naïve, BMG y Arts con artistas del prestigio de Juan Diego Flórez y Plácido Domingo, pero sobre todo, paseó el nombre de una ciudad que, ayer, orgullosa, se lo agradeció con una ovación final con mayúsculas.
Y es que tocaba celebrarlo y la formación eligió a Ludwig van Beethoven para homenajear al abonado. Bajo la batuta de Dima Slobodenoiuk, sus pupilos se adentraron en la cuarta y séptima sinfonía, después de brindar el 12 la primera y la tercera. De esta forma, la OSG soplará las velas con el ciclo sinfónico más famoso de la historia para continuar el 20 y 21 de mayo con la novena, “Coral”, e invitar a la fiesta a la soprano Ainhoa Arteta, la mezzo Maite Beaumont, el tenor Gustavo Peña y el bajo Josep Miquel Ramón, todos ellos acompañados por el Coro de la Sinfónica de Galicia.
A la sesión de ayer, acudieron rostros conocidos, de melómanos con abono en la cartera que los siguen como “grupis” de una banda de pop, autoridades tanto de la Xunta como la conselleira Beatriz Mato como del Ayuntamiento, con la presencia del alcalde Xulio Ferreiro, y algunos de los que pulsaron el piloto verde en los noventa para darle vida al proyecto como el ex alcalde Francisco Vázquez o el ex conselleiro Méndez Romeu. En un patio de butacas más vivo que nunca y bajo un nombre, que trae detrás a generaciones de niños y jóvenes llamando a la puerta.
