Los repartidores estudian acciones de protesta contra las multas en La Marina

El incremento de la vigilancia del tráfico en La Marina con las cámaras y las consiguientes multas a los infractores ha colmado la paciencia de los repartidores coruñeses, que se sienten profundamente perjudicados por las medidas del Gobierno local. El sector denuncia que el tiempo que les dejan para cargar y descargar en la zona peatonal es insuficiente y estudian originales acciones de protesta para hacer públicos sus problemas.

La Asociación de Hosteleros de La Marina reconocía hace unos días a este diario que los horarios para el reparto de mercancía en los establecimientos son demasiado limitados. El presidente de la agrupación, Antón Sáez, recordaba que en este entorno céntrico se concentran muchos locales y la peatonalización de la mayor parte de las calles dificulta mucho que los trabajadores de las empresas proveedoras se acomoden al horario establecido.

En este sentido, defendía la posibilidad de que el Ayuntamiento lo amplíe para no perjudicar tanto al sector y a los repartidores. En esos días este último colectivo ya hablaba de recurrir a las movilizaciones a nivel privado y ahora reconoce que están intentando sumar apoyos para hacer una reivindicación pública.

Antes del verano
El resorte final para potenciar la protesta ha sido la reciente entrada en funcionamiento de las cámaras desde el punto de vista sancionador. Los rumores en la hostelería indicaban que este fin de semana habría una especie de huelga con el reparto de bollería para los desayunos en los bares y cafeterías de la zona. No obstante, el colectivo asegura que tratarán de evitar dañar a sus clientes durante la Semana Santa.

“La idea es hacer algo antes del verano pero somos un colectivo desunido y muy grande y estamos intentando movilizar a todos”, indica uno de los trabajadores –autónomos, en su mayoría– que han sido elegidos por sus compañeros para capitanear las protestas. Este enfado no es nuevo sino que “ya viene de antes porque, por ejemplo, en San Andrés no tenemos carga y descarga los sábados y nos enfrentamos a multas constantes”.

“En La Marina, cuando un cliente te llama en un festivo porque se ha quedado sin algo, no puedes entrar porque la carga y descarga solo está prevista para los días laborables y en media hora no podemos hacerlo todo”, incide este portavoz, citando solo algunos ejemplos de la problemática que sufren a diario.

El objetivo inicial de los transportistas será reunirse con el concejal de Movilidad Sostenible, Daniel Díaz Grandío, para intentar que entre en razón y adecúe los horarios a la realidad de los trabajadores del reparto de mercancías de la ciudad. Si eso no surte efecto estudian “coger una semana de vacaciones y circular por la ciudad a 30 o 40 kilómetros por hora para ver que pasa si se bloquea” todo el centro. l