El registro de altas de empresas sufre un retroceso del 36% frente a julio de 2014

El parón propio de los meses estivales ha afectado al emprendimiento en A Coruña, pese a que tradicionalmente es una temporada en la que las contrataciones de personal se incrementan. La ciudad sufrió una bajada del 36% en el número de altas de nuevas empresas en el registro mercantil. Desde enero no se contabilizaban unos datos tan reducidos.
El informe de explotación del Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) relativo a julio publicado recientemente por el Instituto Galego de Estatística (IGE) revela que durante el pasado mes solo se abrieron 38 nuevas compañías en la ciudad. Es decir, la reducción con respecto al año pasado llegó a ser de más de un tercio. En concreto, del 36%, eso sí teniendo en cuenta que el año pasado se registraron 59 negocios. 
En relación a junio del ejercicio en curso también se detectó una importante limitación de movimientos, dado que se inscribieron 16 establecimientos menos. Aunque el documento no hace referencia a los sectores a los que se dedicaban las empresas, a la vista de la parálisis que sufren los polígonos industriales coruñeses en estos meses es probable que la mayor parte de las compañías respondan a un perfil de servicios. 
Es decir, tal y como han repetido en numerosas ocasiones los expertos, en verano en A Coruña se abren tiendas y, sobre todo, locales de hostelería para aprovechar el tirón turístico. De hecho, precisamente la tranquilidad y la carencia de obras en los parques empresariales por las vacaciones podría estar detrás de las malas cifras. 

reducción comarcal
A nivel del área metropolitana el resultado fue parecido pues la variación interanual fue del 25% con ínfimas subidas en los números de Abegondo (1), Arteixo (2), Bergondo (1), Carral (1) y Sada (1).
Los ascensos o descensos en los informes no afectan para nada a la tipología de empresas que se originan, pues el total de firmas anotadas en lo que va de año en el Borme se constituyeron bajo la figura de sociedades limitadas. De esta manera los propietarios evitan responder con demasiado capital en caso de que las expectativas fracasen.