El regalo que los Reyes Magos no quisieron traerles este año a los bomberos coruñeses

El regalo que los Reyes Magos no quisieron traerles este año a los bomberos coruñeses
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El día de ayer las plazas y parques de la ciudad se llenaron de niños felices que hacían correr sus aviones y coches de juguete. Sin embargo, no todos recibieron los regalos que esperaban. Entre ellos se encuentran los bomberos de A Coruña, que habían pedido para este año al Ayuntamiento que les dotara con el artefacto de moda: un dron. Pero todo parece indicar que, por el momento, los bomberos tendrán que esperar, quizá incluso hasta el día de Reyes del año que viene.
La idea había partido de los propios funcionarios, que habían contemplado en las noticias y leído en los foros del gremio las aplicaciones que estos aparatos teledirigidos pueden tener en grandes incendios, como el que arrasó la planta de Campofrío en Burgos. Aquello les incitó a pedir un aparato igual a la Concejalía de Seguridad Ciudadana. Según fuentes municipales, la sugerencia no cayó en saco roto. “Se está estudiando”, dicen. Pero, aunque el Ayuntamiento suele invertir cientos de miles de euros en mejorar el equipamiento de los servicios de emergencia, parecen mostrar ciertos recelos hacia esta nueva tecnología.
“Puede servir en algunas ocasiones. Por ejemplo, en Burgos lo emplearon para sobrevolar el incendio y determinar cuál era el punto donde había que atacar con las mangueras”, explican fuentes de los servicios de emergencia. En el caso de rescates en lugares escarpados, se puede utilizar para enviar una cuerda a la víctima.

Con extras
En realidad, lo que puede hacer un dron, que no es más que un aparato teledirigido provisto de hélices fijas, depende mucho del equipamiento extra que se le adapte. Por ejemplo, se le suelen instalar cámaras, pero éstas pueden ser de distinta calidad y ser incluso térmicas, lo que en el caso de los bomberos permitiría comprobar la temperatura en el núcleo de un fuego y tomar las medidas adecuadas. El dron también puede tener de dos a cuatro hélices fijas, lo que aumentaría su precio.
Otro experto en emergencias señaló que “cada vez más gente lo usa, pero tiene muchas limitaciones, como la autonomía, porque las baterías no van más allá de media hora. Además, pesan cerca de 25 kilos, así que con una fuerte ráfaga de viento se pueden caer. En el mar, por ejemplo, no sirven de mucho, porque no estamos hablando de los modelos militares”.
 Yendo por lo alto, como suele ocurrir cuando se trata de volar, el aparato puede llegar a costar 60.000 euros, a lo que hay que sumar el coste de las lecciones para su pilotaje. Cada vez más escuelas de vuelo ofrecen esta formación, debido a la enorme popularidad de estos aparatos y es posible acudir a estas clases en el aeropuerto de Alvedro, donde van por el segundo curso de pilotos teledirigidos, ya que para poder operar con esta aeronave es necesario disponer de un carnet oficial.
A finales de septiembre AFN certificó los seis primeros pilotos de este vehículo aéreo no tripulado, cuyas condiciones de uso están reguladas por una normativa temporal sobre “drones” en España, aprobada el pasado 4 de julio. En cuanto a cuándo conseguirán sus alas el servicio contra incendios, hay que decir que este gasto no está contemplados en los presupuestos municipales para 2015, lo que probablemente explique porqué los bomberos se han quedado este año sin su aparato teledirigido.
Pero todo se andará, porque la “moda” de estos aparatos es imparable, y parece que no ya no hay un parque móvil que no esté completo sin uno de ellos. En Emerxencias, el organismo de la Xunta, ya está en marcha la licitación de dos vehículos teledirigidos cuyas especificaciones no están todavía por determinar, así que el Ayuntamiento podría adquirir su propio dron una vez el gobierno autonómico haya comprado los suyos, con lo que se aseguraría que fueran compatibles.
No es lo mismo ser el primero en tener un juguete que tenerlo al mismo tiempo que los demás, pero por el momento habrá que esperar hasta que el Ayuntamiento, o los Reyes Magos que por lo menos, no les han traído carbón. Quizá porque siendo bomberos, podría considerarse de mal gusto.

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