“Es un regalo disfrutar de la música a un par de metros”

Vendrán con un repertorio incluido en el último disco pensado por Gorka para interpretar con David Xirgú y Ben Monder en el festival de Vitoria Gasteiz. El americano no estará. En su lugar, tocará Dani Pérez, que “es casi tan bueno como Ben, pero se llama Dani”. El trío actuará mañana en el Jazz Filloa en dos sesiones a las 22.00 y 23.00 horas, dentro del ciclo 1906, como una forma de apostar por la cultura de clubs, que para el saxofonista de Bilbao es un regalo al “disfrutar de la música en acústico y a un par de metros de los artistas”.
El músico explica que se centrarán en aquel directo grabado hace un par de años y que ve la luz ahora. En este caso, le acompañarán otros dos grandes que son más que nada amigos, porque en este género la colaboración es una manera de sobrevivir y “nos conocemos todos”. Es parte del mundo de la música creativa, comenta Gorka, y habla de las escuelas de jazz que hay en Barcelona, que son muchas al igual que en el resto del estado.
Benítez se imagina un futuro en el que “habrá más personas músicos que otra cosa”. Eso no será malo, apunta y alaba el gran gesto de la marca de cervezas por aupar al jazz y llevarlo por circuitos de pequeños locales porque “la música no son los CD, los vídeos ni los soportes informáticos. La música son los conciertos en directo y esto es lo que tiene que ser”.
El vasco opina que otra de las cosas “cojonudas” de la iniciativa es que se hace en escenarios pequeños. Donde la música creativa nace en el mismo instante que uno la escucha. Aquí el talento se alía con la improvisación y todo fluye, en parte por la experiencia del saxo con la guitarra y la batería que se subirán al estrado.
En este sentido, será la primera vez que el saxofonista venga a Galicia con un proyecto propio. Cuenta que hasta el momento solo lo hizo de la mano de otros grupos y formaciones. Es por eso que confiesa estar supercontento de poder mostrarse tal y como es. En medio de una trayectoria que viajó por medio mundo. Se fue hasta Marruecos, La Habana, Japón o Grecia y creció al lado de referentes como Omara Portuondo o Paco Ibáñez: “De todos aprendes, a veces son experiencias musicales y otras no musicales”. Para alimentar su personalidad, el saxo ha ido masticando estilos tan diferentes que van desde el flamenco hasta el pop: “Con estas colaboraciones busco mi propia personalidad”. De ahí que en todas las puestas en escena, “soy yo tocando. No son adaptaciones”.
Aunque está de lleno en la promoción del álbum, el músico no descansa y le busca salida a un trabajo ya grabado con David Xirgú, pero todavía en el limbo. Se trata de la segunda parte de “Amarte otra vez”. Se titula “Quiero volver a amarte” y es apto para amantes de lo creativo. Dice que está muy lejos de la ortodoxia jazzística. Más bien es todo lo contrario. Una sorpresa con carátula donde “la gente no se va a encontrar con lo que puede pensar de una batería y un saxo”. Antes, los coruñeses tienen la oportunidad de verlo como líder de un proyecto para el que se rodea de sus “dos manos derechas”, en los que “tengo plena confianza” y con los que hacer se vuelve fácil. Dice Gorka que es como si uno se embarca en un viaje sabiendo de antemano que “vas a buen puerto”.