El mar arrojó ayer a dos delfines machos a la costa donde murieron sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por ellos. La Policía Local descubrió al primer animal moribundo en la playa del Orzán a las nueve de la mañana, todavía enredado en las artes de pesca que provocaron enseguida su muerte, mientras que el segundo fue localizado a las diez y media en una cala a la altura del Millennium, ya muerto. Los bomberos acudieron a este último punto para ayudar a sacar el cadáver del mamífero a Juan Ignacio Díaz, el técnico enviado por la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos (Cemma).
“Estos delfines comunes se vieron atrapados involuntariamente por las redes -explicó Díaz– y encallaron aquí”. Según el técnico, las artes de pesca que atraparon a los mamíferos marinos son de las llamadas de “trasmallo” o “miños” y consisten en grandes redes circulares que flotan gracias a boyas frente a la costa coruñesa. Estas artes no son de arrastre, pero Díaz reconoció que existe cierta “conflictividad” sobre su uso.
necropsia
Los dos ejemplares, que miden 1,70 metros de largo, fueron trasladados al Museo de Historia Natural de Ferrol. Dado que habían muerto recientemente, los científicos les realizarán una necropsia, obteniendo muestras de su piel, sus músculos y su estómago. “Una vez finalizado el estudio, pasarán a formar parte de los fondos del museo”, explicó Díaz.