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viernes | 19 abril | 2024
El comité de empresa de Albada, la empresa gestora de la planta de reciclaje de Nostián, calcula que en poco más de un mes los rechazos (basura tratada) acumulados rebasarán la capacidad de la planta, que ya alberga casi 5.000 toneladas. Mientras tanto, la planta de reciclaje de la Xunta, Sogama, y el Ayuntamiento todavía no se han puesto de acuerdo en el precio por tonelada que debería pagar por llevar los rechazos al vertedero. Sogama ofrece el mismo precio que la basura sin tratar de los más de 200 municipios a los que atiende: 62 euros.
Nostián pagaba a la gestora del vertedero de Grixoa, antes de que la Xunta prohibiera explícitamente en marzo que siguiera haciéndolo (a raíz de unas quejas vecinales), un precio de 40 euros por tonelada. Y la gestora de Nostián Albada, no está dispuesta a pagar un precio que se considera desorbitado por una basura que ya está tratada. Por su parte, los técnicos de Sogama aseguran que todavía queda margen para su tratamiento y por eso ofrecen el mismo precio de tonelada que al resto de los municipios, que envían sus desperdicios sin tratar.
En estas condiciones, al Ayuntamiento le resultaría más barato enviar directamente su basura, y no sus rechazos, a Sogama para que los trate directamente, puesto que de otra manera, el precio sería ruinoso. Fuentes cercanas señalan que Albada ya tiene un problema de exceso de plantilla después de que el municipio de Arteixo abandonara el Consorcio das Mariñas, la entidad que controla la basura a nivel metropolitano, y perdiera así el 10% de su carga de trabajo.
Reunión el lunes
Se espera que la reunión del próximo lunes entre la alcaldesa, Inés Rey, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sirva para desbloquear la situación. Hasta entonces, se han anulado todas las reuniones previstas entre la Concejalía de Medio Ambiente y Sogama, sin que el incremento de los rechazos almacenados parezca ser incentivo suficiente para acelerar el calendario. A día de hoy, los bloques de rechazos forman ya calles por las que circulan los camiones, provocando las lógicas incomodidades. Sin embargo, los propios trabajadores aseguran que se trata de eso, de rechazos, y no de basura, como insiste Sogama.
“Una prueba de eso es que no hay lixiviado”, explican. Este término describe el agua contaminada que se genera cuando la lluvia se cuela por la basura. En el caso de los rechazos, no existe ese lixiviado porque se ha separado la parte orgánica de la inorgánica, el cristal del cartón, y el cartón del papel. Lo que queda es en gran parte plástico almacenado en forma de cubo, que no genera olores ni otras molestias, como pueden ser moscas o ratas.
Expira el plazo
La Consellería de Medio Ambiente envió hace más de una semana un apercibimiento a Albada para que procediera a la retirada de las cientos de toneladas de basura que se acumulan en las instalaciones de Nostián. Desde la Xunta recuerdan que se está cometiendo una infracción medioambiental grave, que podría ser sancionada con una multa de entre 20.001 y 200.001 euros, dependiendo del dictamen de los inspectores. El plazo de tiempo que tienen para atender el requerimiento era de diez días, lo que significa que ya ha concluido.
Pero desde hace meses, los técnicos de la Xunta examinan la evolución del problema, sin observar un peligro inmediato. Ahora queda por ver si la multa se materializa.
