Las rebajas regresan con mucha fuerza a la agenda del cliente en un contexto optimista

Las rebajas regresan con mucha fuerza a la agenda del cliente en un contexto optimista
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Las rebajas se han puesto de moda otra vez. Hay que remontarse unos años atrás para recordar un primer día de campaña –oficiosa, porque la oficial se acabó con la liberalización de los periodos para hacer descuento ordenada por el Gobierno central hace varias temporadas– con una afluencia de público tan masiva como el que se vivió ayer. El pequeño comercio de la ciudad encara las próximas semanas con optimismo pues sus representantes están convencidos de que las  ventas serán mejores que en las mismas fechas de 2014.
“Es posible que con el cartel de rebajas el consumo repunte algo porque aquellos que tienen el mismo poder adquisitivo que hace unos años perdieron el miedo a gastar”, augura el presidente de la Federación de Comercio de A Coruña, Miguel Agromayor, si bien puntualiza que se consume con “menos alegría” que antes de la recesión.
En su opinión, junto con la Navidad, esta es una época en la que los coruñeses están “más concienciados” de cara al consumo. A pesar de que en algunos establecimientos de la ciudad las rebajas comenzaron hace una semana, Agromayor cree que en el balance final –sumadas las fiestas– las ventas podrían aumentar “entre un 2 y un 3% porque el año pasado fue malísimo”.
El presidente de uno de los entornos más movidos con las ofertas –el de la Zona Comercial Obelisco–, Antonio Amor, reconoce que el colectivo cree que “van a ser positivas”. En cualquier caso, la premisa es clara: “Nos conformamos con no ir a peor y pensamos que eso no va a ocurrir ni en rebajas ni el resto del año”. Hay esperanza y es que los descuentos lanzados ya alcanzan el 50 y el 70%. “Otra cosa es que duren mucho porque en algunos sitios llevan ya tiempo con ellas y en otros llegará la pretemporada”, avisa Amor.

lleno en todas partes
“No hay grandes colas ni abarrotes pero hay animación en las calles y en las tiendas”, decía ayer, tras darse un paseo por la calle Real y su entorno. “Los primeros días les toca más bien a los grandes pero a ver si la euforia llega al pequeño comercio”, afirmaba, por contra, el presidente de la Asociación de Comerciantes Agra-Barcelona, José Manuel Castro.
Sin embargo, un poco más tarde el ambiente se caldeó tanto en los accesos al centro comercial Marineda City como en el propio centro. A media mañana en los aparcamientos de las plazas de Lugo o de Galicia no cabía un alfiler, y no fue porque en el mercado hubiese mucha gente.
En algunos negocios, la mayoría pertenecientes a grandes cadenas, hubo que esperar colas como las de antes para probar y pagar. De hecho, algunas de las filas tomaron los pasillos provocando la compra a trompicones de otros consumidores.

Las rebajas regresan con mucha fuerza a la agenda del cliente en un contexto optimista

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