Ramiro Corrales, el joven gallego que falleció en la campaña de Rusia en 1943

Ramiro Corrales, el joven gallego que falleció en la campaña de Rusia en 1943
El alférez Ramiro Campos Corrales falleció el 6 de julio de 1943 durante una incursión en territorio ruso

Muchos compatriotas quedaron en aquellas heladas latitudes, como fue el caso de Ramiro Campos Corrales, alférez, natural de Cuntis, donde nace el 1 de octubre de 1919.

Durante la contienda civil se hace alférez provisional de Infantería en la Academia Militar de Dar-Riffien, en Marruecos, en 1938, siendo destinado a la Octava Región Militar. El alférez resultó mortalmente herido en la campaña de Rusia, en el sector de Sluck, el 6 de julio de 1943 por impacto de bala en el vientre.

Se alistó como voluntario en la División Azul, procedente del Regimiento de Infantería 56. Junto con el teniente Severino Pardiñas García, el sargento Jesús Collazo Vázquez y otros 28 soldados más, cruzan la frontera francesa el 21 de septiembre de 1942, quedando encuadrado en el 16 Batallón de Marcha. Luego se incorporaría al tercer Batallón, de la segunda Compañía, el 1 de noviembre de ese mismo año.

Este joven militar estudió el bachillerato en el colegio de los jesuitas de Teis (Vigo). Sus ideales pronto le llevaron a ingresar en la organización de Falange de la ciudad olívica, obteniendo el título de “Camisa Vieja”.

Incursión soviética

A las 00.30 horas del 6 de julio de 1943, fuerzas rusas con unos efectivos aproximados de una compañía, atacan el punto fuerte número dos del sector A del regimiento de granaderos 269 con bombas de mano, penetrando en la trinchera e hiriendo al centinela. La segunda compañía reacciona y logra expulsar a los atacantes de aquella posición, persiguiéndoles hasta sus posiciones y ocupando al enemigo un fusil ametrallador, un fusil automático, dos fusiles de repetición y dos pistolas ametralladoras.

Las bajas en este encuentro serían las de Campos Corrales, quien es mortalmente herido en la refriega, mientras que un sargento y tres soldados son heridos. En esta acción se distinguió el alférez de un modo extraordinario, cuando al frente de tres soldados se lanza fuera de la trinchera contra el enemigo sin tener en cuenta la superioridad del adversario. Esta conducta trastocó los planes rusos y, por temor a un contraataque mayor, emprendió una veloz retirada.

No obstante, el capitán médico José Jiménez Hurtado certifica su ingreso en el hospital de campaña a las 04.30 horas, falleciendo a los cinco minutos de su ingreso a consecuencia de “herida de arma de fuego” penetrante abdominal, careciendo a su ingreso de la chapa de identificación.

El informe del general de la división, Emilio Esteban Infantes, que hace en Rusia el 4 de octubre de 1943, dice: “Los hechos realizados por el alférez de Infantería, Ramiro Campos Corrales, logrando ahuyentar al enemigo en número muy superior que pretende infiltrarse en el sector ocupado por su sección. Tiene una actuación muy brillante y merece los mayores elogios, tanto por la bravura y virtudes militares de que dio prueba, como por la pericia y eficacia que de los mismos resultaron en los cuales halló gloriosa muerte.

Considero que la actuación de este Alférez está suficientemente comprendida en el Art. 7 del reglamento de recompensas aprobado por la ley de 14 de marzo, por lo que estimo se ha hecho acreedor a que se le conceda la Medalla Militar Individual”

Esta medalla nunca le fue concedida, aunque en otros casos la recompensa se llevó a efecto según la ley. Pese a que su padre presentó un recurso de agravio, este le fue denegado, según lo indicado en el BOE del 26 de marzo de 1949. Lo que sí llegará a su domicilio de Cuntis, a través del Ayuntamiento de la localidad, el 26 de enero de 1944, sería un diploma de la Cruz de Guerra, que se le hará entrega al padre del alférez Campos, Ramiro Campos Piñeiro.

Parte de guerra

Según el Parte de guerra del día de autos: “En el III Batallón, el enemigo realizó un golpe de mano sobre el sector uno del frente ocupado por la II Compañía, penetrando por sorpresa en el interior de la trinchera. La compañía reacciona rápidamente y el enemigo es expulsado de la posición siendo perseguido en su huida. Una de estas patrullas, al mando del alférez Ramiro Campos Corrales, entabla combate con el enemigo, que se retira desordenadamente. En la persecución es herido de granada de mano con carácter grave el alférez-jefe de la patrulla y el sargento Manuel Lamela Vázquez, falleciendo en el hospital el alférez a las pocas horas a consecuencia de las heridas recibidas.

Una patrulla, constituida por fuerzas de la Décima Compañía, coopera activamente en el rechazo y persecución del enemigo. Ese día merecen citarse como distinguidos los siguientes. Actuación heroica: alférez Ramiro Campos Corrales. Muy distinguido: sargento, Manuel Lamela Vázquez, soldado José Martínez González y Lázaro Martínez Méndez. Distinguidos: el teniente, Nazario Cardona Ortiz, cabos: Vicente Santano Romero, Leocadio Jiménez Caravaca, Ramón Valerio Vela, Emilio Cuesta Jiménez, José Galdeano González, Ángel Lacudillo Díaz, Adolfo Morte Monferre y Luciano Segarra Fructuoso. Y los soldados: José Rodríguez Moreno, Francisco Urrea Riquelme, Eusebio Gutiérrez Roca, Diego Martínez Muñoz y Luis Palinos Antúnez”.

El 16 de julio de aquel fatídico 1943, en Cuntis, Lorenzo Ayesta publica un sentido duelo en unas letras de luto por Campos Corrales, donde en su pueblo natal era conocido por “Ramirito” hijo del médico don Ramiro, un joven muchacho en la flor de la vida caído en el frente de Rusia. l

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