“Quiero devolverle a los coruñeses todo lo que me han enseñado y ayudado”

Hace unos días fue elegida por los socialistas como candidata a la Alcaldía. Mar Barcón, portavoz del grupo municipal del PSOE, se plantea la tarea de devolver el gobierno de la ciudad a su partido como una oportunidad para mejorar la vida de los coruñeses.

¿Qué lectura hace de las primarias y de su resultado?
Creo que ha sido un proceso muy positivo para el Partido Socialista y un ejemplo de democracia y participación. Creo que los coruñeses siguieron el proceso con interés porque pusimos encima de la mesa propuestas para la ciudad y para mejorar la vida de los vecinos. Por supuesto estoy agradecida, orgullosa y emocionada por el respaldo mayoritario de la militancia y por la participación tan numerosa que ha habido.

Será la encargada de tratar de devolver al PSOE a la Alcaldía. ¿Cómo encara esta misión?
Con ilusión y con responsabilidad. Ilusión porque nada hay más importante para quienes nos dedicamos a la política que trabajar para mejorar la vida de nuestros vecinos, de nuestra ciudad. Quiero devolverle a los coruñeses todo lo que me han enseñado, todo lo que nos han ayudado durante estos años, y devolverlo en forma de ideas y decisiones que mejoren su vida y la de sus hijos. Que vuelvan a colocar a la ciudad en el puesto de liderazgo del que nunca debió de salir. Y con responsabilidad porque escuchar cada día los problemas reales de las personas, de las familias, de los trabajadores hace que sea muy consciente de cuál es la dimensión y el calibre de las necesidades a las que hoy debemos dar respuesta.

A nivel estatal, se habla de que ha llegado el fin del bipartidismo. ¿Tiene usted esta misma sensación en A Coruña?
Yo nunca he tenido esa sensación de “bipartidismo” quizás porque en Galicia siempre ha habido más fuerzas políticas. En todo caso, me parece que deberíamos hablar más de los ciudadanos, de sus problemas y menos de cuántos partidos políticos hay en cada momento. Nosotros estamos más centrados en los problemas de los courñeses que en los de los partidos políticos.

¿Teme las candidaturas de partidos como Podemos o movimientos ciudadanos como Marea Atlántica en las próximas municipales?
Yo lo único que temo es a las políticas de la derecha. Más bien las consecuencias que esas políticas y esas mayorías absolutas del PP están haciendo a las familias y a los trabajadores: desempleo, pérdida de servicios públicos, recortes, copagos... Eso es lo único que temo y contra lo que tenemos que presentar alternativas.

Usted siempre ha criticado del actual alcalde que carece de un proyecto de ciudad. ¿El PSOE tiene uno definido?
Lo tenemos. Y lo hemos elaborado con la participación y la colaboración de los ciudadanos, del tejido social, económico, vecinal... No es fruto de un contrato con una asesoría externa como hace el señor Negreira sino de escuchar a los vecinos, conocer sus problemas, reflexionar sobre el presente y el futuro y apuntar a las verdaderas necesidades de los coruñeses. Es un proyecto que pasa por crear empleo, respaldar al tejido económico de la ciudad, apostar por la innovación y la educación y colocar a los ciudadanos en el centro de las políticas municipales.

El Ofimático vuelve a estar de actualidad tras la última sentencia. El teniente de alcalde de Urbanismo dijo que el bipartito le dejó una bomba de relojería que le acaba de estallar en las manos con esta resolución judicial. ¿Qué piensa usted sobre la adjudicación de ese contrato?
Estoy segura que se hizo ajustándose a criterios absolutamente legales. No podía ser de otra manera; fíjese que en la Mesa de Contratación estaban el director de la Asesoría Jurídica, el interventor, el responsable de Contratación... Todos ellos funcionarios solventes y experimentados. A mí lo que más me llama la atención de este tema es que el señor Negreira cuando llegó a la Alcaldía paró las obras durante seis meses –al final fueron ocho– diciendo que “se garantizaba la seguridad jurídica”. Ahora resulta que ni llegaron a acuerdos con las familias que tenían que ser realojadas ni con los promotores ni con nadie. ¿Para qué pararon la obra entonces? ¿Qué hicieron esos ocho meses?

Dice Fernández Prado que este es otro “problema heredado”, como el edificio Conde de Fenosa.
Bueno, este es uno de los problemas del señor Prado y del señor Negreira, que han pasado más tiempo culpando al pasado y mirando para atrás que gobernando el presente y resolviendo problemas. Por eso el Ofimático está sin resolver, el Conde de Fenosa también y el Pepri lleva dos años aprobado sin resolverse. En realidad ha sido una legislatura perdida. De tanto mirar al pasado se quedaron paralizados, sin resolver los problemas que los ciudadanos les encomendaron.

A usted le preocupaba mucho la aprobación del Pepri. ¿El paso de la junta de gobierno es in extremis?
Fuera de plazo ya. El día 10 se cumplieron dos años de la suspensión de licencias así que ya estamos fuera de plazo. Ahora, desde luego, me preocupa mucho más lo que se ha hecho con el Pepri: decisiones que lo desvirtúan, que eliminan protección del patrimonio histórico y que hayan tomado algunas decisiones como calificar la Fundación Luis Seoane como equipamiento privado. ¿Por qué? ¿Qué hay detrás de estas decisiones?

En estos últimos años en la oposición, usted ha sido muy crítica con la falta de políticas para paliar la destrucción del empleo. Hemos vivido el cierre de la Fábrica de Armas y estamos frente al posible cierre de Alcoa. ¿Qué solución necesita A Coruña para frenar esto?
La situación de Alcoa o el cierre de Santa Bárbara son consecuencia directa de las privatizaciones de sectores estratégicos que hizo el PP a finales de los noventa. Fue Aznar quien privatizó Inespal y Santa Bárbara y así nos va. ¿Qué hay que hacer? Lo contrario a lo que están haciendo el alcalde y Feijóo: Asegurar la transparencia y las condiciones de adjudicación de Santa Bárbara. Queremos una empresa que garantice el proyecto industrial y no su fracaso. Hay que ofrecer a Alcoa energía eléctrica a un precio razonable para que no cierre la factoría coruñesa y hay que llevar a cabo una política energética razonable. No puede ser que la electricidad sea oro para las familias y que hablemos hoy de pobreza energética y que empresas que la precisan dejen de invertir o cierren por decisiones descabelladas como la del déficit tarifario que tomó Rodrigo Rato o la subasta de Soria y Rajoy. Y hay que moverse rápido. Nuestra comarca no puede seguir perdiendo empleo industrial. Ya cerró Santa Bárbara, Emesa Trefilería.. ahora Alcoa... Y Ferroatlántica iría detrás.

¿Cómo imagina el futuro más cercano en María Pita?
Los próximos meses serán para seguir trabajando en la ciudad, cada día, desde los barrios, con los vecinos, proponiendo soluciones a sus problemas y presentando iniciativas para dar la vuelta a esta situación de crisis económica y social que vive nuestra ciudad.