“Queremos que los peatones caminen por aquí como lo hacen por el paseo de las palmeras”

De las ideas de este arquitecto saldrá el dibujo de la fachada marítima del siglo XXI. Suyo es el diseño de O Parrote y ahora, también, el de la nueva Marina. Luis Collarte mira en los ejemplos de peatonalización seguidos en las grandes ciudades europeas para recuperar un espacio ocupado en un 70% por asfalto entre el teatro Colón y Puerta Real. Su objetivo: crear una plataforma única.

A la hora de diseñar el proyecto de La Marina, ¿tuvo en cuenta las propuestas que se presentaron al concurso de ideas de 2007, tanto la ganadora, de Cebrián, como la que planteó su estudio, elegida en segundo lugar?
El enfoque del proyecto es distinto, aunque partimos de elementos que ya habían sido analizados en la zona y que no han cambiado. Ahora era obligatorio lograr la participación de todas las administraciones y, precisamente, una parte importante del proyecto ha sido que las diferentes administraciones han compartido ideas sobre el dibujo para llegar al proyecto final. Estoy muy satisfecho de cómo se ha desarrollado todo el proceso hasta obtener el proyecto definitivo.
¿Qué va a pasar con los restos de muralla que hay en la zona? ¿Se va a seguir el mismo modelo que en O Parrote?
Lo que sucedió en O Parrote nos ha educado. Se han hecho estudios y sabemos que en La Marina hay unas cimentaciones, y hay una parte que es imposible poner a la vista, y así lo recomienda patrimonio. Se trata de cimentaciones que no fueron construidas para estar al aire, por lo que conviene que estén en un ambiente húmedo. Las cotas que están cercanas a la zona de los peatones se van a recuperar.

El Ayuntamiento adelantó que habrá en la zona una oficina de turismo y otra para la Autoridad Portuaria. ¿Se contemplan usos terciarios en la nueva Marina como en el caso de O Parrote?
No, son se contemplan usos terciarios como en O Parrote. Lo que pasa en el proyecto de La Marina es que había algunos asuntos de difícil solución, y administraciones con derechos adquiridos sobre los edificios que había allí para los que fue necesario buscar una salida.

Su objetivo es eliminar obstáculos en el espacio que se recuperará con la construcción del túnel. ¿Cuáles son las ventajas de la plataforma única?
Puede parecer una estupidez, pero es algo que cambia la percepción del espacio. Lo pude vivir en otras ciudades europeas. No es lo mismo caminar como lo haces ahora mismo por La Marina que, por ejemplo, como lo haces por Méndez Núñez. Y nosotros queremos que los peatones caminen por La Marina como lo hacen por el paseo de las palmeras de Méndez Núñez, donde uno elige su camino. Ya lo podemos ver en María Pita, donde el peatón decide por dónde pasea, y eso se va a extender hacia el mar.

¿Un ejemplo de una ciudad europea que le haya inspirado?
Frankfurt, por ejemplo, y su plaza de la Ópera, donde cuando quieren es una calle y cuando necesitan montar algo la cortan e instalan allí lo que sea. Hablamos de flexibilidad, de funcionalidad. El 70% de la superficie que ocupa La Marina es asfalto; el tráfico le ha robado ese espacio a los peatones. Por eso el túnel es un elemento clave.

¿Cómo se va a ordenar la circulación para el transporte público y los residentes que se permitirá en superficie?
Va a ser un bulevar peatonal, pero compatible con el transporte público. Se trata de una labor de cortesía, de llevarse todos bien porque la ciudad tiene que ser un ejercicio de convivencia. Van a desaparecer las aceras, y la zona más próxima a los soportales será por dónde discurran los vehículos del transporte público y los residentes. La zona de La Marina que da al mar se reserva para los peatones, aunque también podrán circular por allí los vehículos para el puerto, en caso de que sea necesario.

¿Ya hay un presupuesto cerrado para su ejecución?
Se está cerrando aún, pero será de acuerdo con lo que se dijo en la presentación.

¿Dará tiempo a acabar una obra de esta envergadura en poco más de un año?
Es el plazo que los técnicos han marcado para la ejecución del proyecto.