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miércoles | 24 abril | 2024
La Autoridad Portuaria prevé comenzar una de las obras más grandes y con mayor presupuesto que quedan pendientes en el Puerto Exterior de Punta Langosteira a lo largo de este verano. Esta misma semana se cerró el plazo de licitación de los trabajos de refuerzo del manto principal del dique de abrigo al que se presentaron seis ofertas.
El Puerto invertirá casi un millón y medio de euros en reponer y recolocar los famosos cubípodos (los grandes bloques de hormigón) que sirven de refuerzo al dique de abrigo de Langosteira contra los envites del mar. La licitación de la redacción y ejecución del proyecto se encuentra ya en fase de evaluación, después de que esta misma semana se cerrara el período para que las constructoras concurrieran.
La institución portuaria aclara que la decisión está entre seis propuestas, en las cuáles hay implicadas una decena de compañías porque algunas se han presentado como Unión Temporal de Empresa (UTE). En la terna de candidatas hay algunas de las constructoras más importantes de Galicia, pero también gigantes a nivel de todo el Estado. Ahora los técnicos del Puerto se afanan en analizar las distintas ofertas, tanto técnicas como económicas, para adjudicar el contrato en la mayor brevedad posible. Así debe ser porque “la intención es hacer las obras este verano porque es la mejor época para trabajar en el dique de abrigo”.
La razón es lógica: la menor afección de las malas condiciones meteorológicas para poder avanzar a buen ritmo en la retirada y colocación de los pesados bloques de hormigón.
Nueva terminal de líquidos
Por otra parte, el Puerto confirma que el trámite de competencia para solicitar la concesión de los mismos terrenos que pidió la firma Deep Water Oil Transhipment Hub en la dársena exterior para crear una terminal de graneles líquidos se cerró sin que llegasen otras propuestas.
Así la firma demandante podrá continuar con todos los trámites correspondientes antes de poder oficializar el préstamo del suelo y comenzar los trabajos de construcción. Fuentes de la Autoridad Portuaria indican que, por ejemplo, el proyecto definitivo ha de ser sometido a una evaluación para obtener la declaración de impacto ambiental.
Hay otras tramitaciones pendientes por lo que, en el mejor de los casos, la instalación podría empezar a ejecutarse en 2018. Para ese mismo año está previsto el traslado de una parte de las actividades de Repsol desde el puerto urbano a su propia terminal de líquidos. La refinería sigue dando pasos y en las últimas semanas se ha encargado de gestionar varias alegaciones al plan de construcción del nuevo oleoducto que se encargó de recepcionar el Ejecutivo autonómico. l
