El Puerto Exterior suma un pantalán para agilizar el trabajo de sus servicios

El Puerto Exterior suma un pantalán para agilizar el trabajo de sus servicios
La nueva instalación, construida por Astilleros Amilibia, favorecerá el desarrollo de las actividades en la dársena exterior

El Puerto Exterior cuenta con un nuevo pantalán que facilitará el trabajo de los servicios portuarios. De esta forma, la Autoridad Portuaria coruñesa quiere dar un paso más para “favorecer la eficiencia de las actividades que se desarrollan” en Langosteira. Con este nuevo pantalán, prácticos, amarradores, remolcadores efectivos de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo o Vigilancia Aduanera disponen ya de unas infraestructuras “modernas y funcionales, que les permitirán desarrollar su trabajo con mayor agilidad y comodidad”.

La obra del pantalán supuso para la Autoridad Portuaria que preside Enrique Losada una inversión de medio millón de euros en una obra que ejecutó Astilleros Amilibia, que ha estado trabajando los últimos meses para su reciente puesta en marcha. La instalación está en un extremo del muelle transversal y fue diseñada para su función, tanto en el tamaño de los puntos de atraque como en los calados y la disposición de los amarres.

Además, la Autoridad Portuaria está ejecutando el tramo de muelle que elevará a 1.550 metros la longitud en sección continua de la línea de atraque. Según señalan, las obras van a muy buen ritmo, con los cajones del muelle ya colocados y procediéndose a rellenar las explanadas, donde se habilitarán los sistemas de iluminación y comunicaciones.

Con estas obras el Puerto Exterior camina hacia la plena operatividad, con un movimiento de tráficos consolidado, que se acerca a los diez millones de toneladas, y dominado por los graneles sólidos. Entre estos tráficos destacan los agroalimentarios, con Langosteira posicionada ya como puerto hub de cereales. De hecho, A Coruña concentra el mayor movimiento de estos productos en la franja cantábrica, y por el nuevo puerto llega el 80% de la materia prima que alimentan a la cabaña ganadera gallega, según la entidad.

Del mismo modo, también va a buen ritmo el traslado de operadores de la dársena interior hacia el Puerto Exterior, en paralelo a la implantación de nuevos tráficos, que constituyen ya el 25% del total del ente. Es el caso, señalan fuentes portuarias, del clínquer, el cemento, la bauxita o el azufre, que comparten la explanada de operaciones con grandes cargas destinadas al sector de la construcción o energías alternativas.

Actualmente, con la incorporación de Oleosilos de Galicia son ya trece las concesiones para implantaciones industriales instaladas o planificadas en el Puerto Exterior. Además, los principales operadores de graneles están ya ejecutando o solicitando ampliaciones de sus instalaciones, dado el buen resultado alcanzado hasta ahora “gracias a la mayor dotación de superficie de almacenamiento y operatividad, que les ha permitido concentrar sus espacios y optimizar su actividad”, aseguran desde el Puerto.

 

Claves

El buen comportamiento de la instalación tiene como principal clave su ubicación privilegiada en el Atlántico, como puerta de entrada a Europa de mercancías de América, África e, incluso, Asia. A ello se une la capacidad logística de Langosteira, la gran bolsa de suelo industrial de su entorno, los calados de hasta 24 metros que permiten el acceso y maniobrabilidad de grandes buques y sus accesos a vías de alta capacidad. Estas ventajas, unidas al plan comercial de la Autoridad Portuaria, han conseguido situar a Langosteira como el primer muelle polivalente del Puerto coruñés en tráfico de mercancías, por encima del muelle del Centenario por primera vez en su historia. Solo le supera, de momento, uno de los pantalanes petroleros que se desmantelarán cuando Repsol se traslade al Puerto Exterior.

Precisamente será el sector de graneles líquidos el que, según la entidad, propiciará un nuevo salto en el balance de tráficos de Langosteira, donde cada vez es más frecuente ver a tres y cuatro cargueros realizando operaciones con distintas mercancías, en ocasiones con procesos de estiba muy complejos, lo que demuestra condiciones de operatividad, mayores incluso que las del interior.

Así, a los 1.550 metros lineales con los que contarán finalmente –tras la construcción del nuevo tramo– el Puerto Exterior, se unirán, aunque para uso exclusivo, los 500 metros del nuevo pantalán de Repsol, que están en pleno proceso de construcción en un plan que la petrolera tiene muy avanzado. De este modo, la apuesta de la petrolera, que ha destinado una inversión de más de 120 millones de euros a su nueva terminal en Langosteira, no solo implicará la permanencia a largo plazo de la compañía en A Coruña, sino que también cumplirá uno de los grandes objetivos en materia de sostenibilidad: alejar a los grandes petroleros de la ría y retirar el poliducto del subsuelo de la ciudad.

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