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sábado | 20 abril | 2024
Según afirman los expertos, A Coruña es una ciudad con muy pocos árboles: solo 12.500 para 275.000 habitantes, mientras que en otras ciudades, como Madrid, tienen dos millones de árboles. Pero estos datos son del último censo conocido, el de 2002, y en los últimos años la ciudad se ha “deforestado”. El principal grupo de la oposición, el PSOE, mantiene una campaña de protesta para recordar a Negreira que debería plantar 34 cada día para mantener la promesa que realizó en la campaña de las últimas municipales.
Según las cuentas que echan los socialistas, son cerca de un millar los árboles que se han talado durante el mandato popular a lo largo de 200 operaciones de tala. El PSOE asegura que se ha hecho sin explicación ni justificación, aunque lo cierto es que el gobierno local suele alegar que los árboles estaban enfermos o que simplemente habían concluido con su ciclo vital y que su tala es la medida más prudente para evitar males mayores.
El gobierno popular aprobó incluso una normativa que obliga al mantenimiento del arbolado. Pero los socialistas, con su portavoz Mar Barcón a la cabeza, no parecen convencidos de las intenciones de Negreira: desde hace varios días recorren los barrios de la ciudad, dedicándose a plantar globos verdes en las calles donde ha desaparecido la vegetación que ante la adornaba y le daba sombra.
esquejes
Barcón visitó ayer los alrededores de la Domus, donde si bien es cierto que ya no se encuentran los antiguos árboles, los operarios enviados por el Ayuntamiento han plantado nuevos esquejes, cumpliendo con la normativa que exige la reposición inmediata de los ejemplares que ha sido necesario talar.
Las últimas calles afectadas han sido el paseo de Los Puentes y Teresa Herrera, pero los socialistas también denuncian que desaparecieron árboles en Ángel Rebollo, el Campo de Marte, Fernández Latorre, Abogacía, y los parques de Tabacalera y Europa, en Cuatro Caminos.
Más evidente aún es la inexistencia de los cuatro parques que había prometido Negreira en la campaña que le aupó a María Pita: a estas alturas, debería haber uno botánico, otro de flora de ribera, un tercero de árboles autóctonos y el último, de especies atlánticas. Pero, como los mismos socialistas señalan, “la realidad es que no hay parques y sí talas”. Y añaden que “queremos saber si ayer plantó los 34 árboles que prometió o si sabe donde plantará los siguientes”.
