“Con la prostitución, a las mujeres hay que darles una alternativa, porque lo dejan y qué opción tienen”

El trabajo de Ecos do Sur incluye programas específicos para mujeres y familias.

Una de sus líneas de actuación es con prostitutas ¿Cómo se acercan a ellas?
Empezamos hace ya ocho años porque venían aquí y pedían recursos especializados como asesoramiento jurídico, para buscar un empleo como alternativa, o una prueba rápida de VIH. Creamos el programa Afrodita y además de atender a las mujeres que vienen aquí, visitamos pisos para prestar los servicios en A Coruña y algunos clubes, y también en Ordes, A Mariña Lucense y la zona de Santa Comba. Sobre todo visitamos muchos pisos porque están muy invisibilizados, y a veces hay víctimas de trata.

Afirman que la acción policial es insuficiente. Trasladándolo a la Administración, ¿qué hace falta?
Es un problema complejo y hay que abordarlo de una forma integral. Tiene unos países de origen y hay que actuar a nivel transnacional. Después hay que dar una alternativa, porque muchas de estas mujeres dejan la prostitución y qué opción tienen. Requiere que la administración sea ágil y con una implicación importante. Sí tiene implicación internacional y una serie de convenios con ONG y nos es más fácil llegar a nosotros. Se hacen actuaciones policiales pero no las suficientes. A nivel judicial, ahí está el caso “Carioca”... No se hace todo lo necesario. Valoramos lo que se hace, pero es insuficiente y existe una parte importante que son los clientes y hay mucho en lo que actuar.

Otro programa está dirigido a madres. ¿Qué ofrecen?
Es un programa originalmente pensado para madres inmigrante, pero en los últimos tiempos, van viniendo madres que son gallegas y el servicio consiste en dar un apoyo a las madres que están en una situación de mayor exclusión y embarazadas o con niños menores de tres años. Explicamos qué recursos tienen para vigilar que todo vaya bien, porque hay que tener en cuenta que muchas vienen de otras culturas, y en sus países a lo mejor no se hacen revisiones. Últimamente, con la reforma de la ley en materia de acceso a la sanidad, hemos detectado casos de mujeres embarazadas que les han denegado la asistencia.

¿Aquí?
Totalmente en contra de la ley, porque hay un decreto de la Xunta, pero les pedían que acreditaran la situación de embarazo. La ley las ampara pero en la praxis es lo que nos encontramos. Entonces las asesoramos y las acompañamos y mediamos para que puedan acceder a esa tarjeta sanitaria. Cuando tienen los niños, la problemática se recrudece cuando son mujeres solas, esas familias monomarentales. Hacemos un trabajo integral, tenemos un Facebook donde damos información básica y tenemos espacios de encuentro de madres y a veces incluso talleres para que aprendan temas que les pueden ayudar a encontrar un empleo.

También intervienen en casos de mediación familiar.
Mediamos cuando viene un hombre o una mujer que se quiere divorciar, porque la convivencia es mala o lo que sea, o hay una conflictividad con los hijos. Se dan muchos casos en que ha estado la mujer muchos años aquí trabajando y mandando dinero a su país a su familia, su marido con sus hijos y después los reagrupa y han pasado muchos años, han cambiado los roles y eso genera conflictividad que hay veces que puede generar divorcio o en los casos más extremos violencia. Usamos la mediación familiar, para buscar soluciones, que puede ser un divorcio, pero que sea consensuado. 

“Con la prostitución, a las mujeres hay que darles una alternativa, porque lo dejan y qué opción tienen”

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