Hasta ocho años de cárcel puede costarle a un interno en el centro penitenciario de Teixeiro su intento de introducir en la prisión distintas sustancias estupefacientes, ocultas dentro de su cuerpo, a su regreso de un permiso penitenciario. El hombre cumplía pena por distintas cuestiones, entre ellas un delito contra la salud pública, el mismo por el que será juzgado el próximo lunes en la Audiencia Provincial.
Tal como se recoge en el escrito de acusación que la Fiscalía llevará al juicio, el interno fue sometido a pruebas médicas al existir “fundadas sospechas” por parte de la Guardia Civil de que podía ocultar droga en su cuerpo. En efecto, las radiografías que se le hicieron detectaron la presencia en su intestino de tres cuerpos extraños, que resultaron ser tres preservativos en los que se guardaban unos 20 gramos de cannabis 3,5 de heroína, 1,4 de cocaína y 140 pastillas de metadona, Tranxilium y Trankimazin.