El príncipe Eduardo, un visitante más de A Coruña

El príncipe Eduardo, un visitante más de A Coruña
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El primer viaje a Galicia que hacen en el mes de enero de 1931 los príncipes de Inglaterra, Eduardo y Jorge, lo realizan atravesando Francia en ferrocarril, internándose en tierras españolas en vehículo, que los conducirá por San Sebastián, Bilbao y Santander, en donde toman el trasatlántico “Oropesa”, que les traslada a A Coruña, luego visitan Santiago y Vigo, en donde vuelven a reembarcar para seguir rumbo a tierras de la América del Sur. A media mañana del día 19, el cónsul inglés en esta plaza, señor Guyatt, recibe personalmente un radiograma del “Oropesa”, en que se le comunica, que el príncipe no llegaría a la Coruña antes de las dos de la tarde y que accedía a colocar la primera piedra del monumento en honor de sir John Moore en el paraje de Montserrat, llegando finalmente pasadas las 13.30 horas.
El segundo viaje acontece en el 1 de septiembre de 1934 a bordo del yate “Rosaura”, que arriba a la ciudad coruñesa forzado por un temporal en la mar, acompañado de una densa niebla que le hace refugiar en este puerto, su desplazamiento era de unas mil toneladas y enarbolaba el pabellón del Almirantazgo Británico, quedando fondeado próximo al muelle en donde se haya situado el Náutico. Despertando la lógica curiosidad de los coruñeses, rumoreándose que el príncipe de Gales estaba abordo, como así era. Visitando el príncipe las mismas ciudades anteriores en compañía de su amada Wallis Simpson.
Finalmente, el tercer viaje lo harán como duques de Windsor, desde Francia a Madrid el 24 de junio de 1940, después de haber abdicado el trono en su hermano Alberto, quien reinaría como Jorge VI, en diciembre de 1936 por el sentido amor hacia una mujer, que ni su familia, ni el Gobierno de su país, y menos todavía la prensa británica aceptaban como reina. Todo ello en medio de un pueblo cada vez más dividido entorno a la decisión de su monarca Eduardo VIII. Desde la capital de España, se trasladan a Lisboa a comienzos de julio y en ese mismo mes. Llegan a A Coruña, invitados por el conde de Fenosa, don Pedro Barrié de la Maza, este será el último viaje que haga a esta ciudad.
Durante el transcurso de la II Guerra Mundial se sospechó, de que los duques simpatizaban con la causa del nacional socialismo alemán. El Duque de Windsor se había opuesto a la política de guerra del Gobierno inglés, personándose en Londres después de la derrota de Dunkerque y del armisticio francés, para encontrar una solución de paz con Alemania. El plan se urde para traer a esta ciudad al duque, destronando a Jorge VI y devolver al trono a Eduardo VIII. Lo que hubiese cambiado el curso de la historia tal y como hoy la conocemos.

El príncipe Eduardo, un visitante más de A Coruña

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