“Lo primero es lo último que hice yo”

“Lo primero es lo último que hice yo”
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Yimmy Piret confirma eso de que uno de cada diez menores de 40 tiene párkinson. Tiene 43 y hace 12 años que se lo diagnosticaron, pero solo desde hace cuatro está en la asociación Párkinson Galicia-Coruña. A su informe le añadieron “juvenil” y también “leve”, pero Yimmy cree que eso lo hacen para que “pienses que no es tan grave”, algo imposible cuando a esas dos palabras le antecede la de “parkinson”. 
Desde el momento en que lo supo y en los años siguientes trató de obviar el problema, una actitud adoptada por muchos y que no hace más que empeorar los síntomas. Dice la presidenta del colectivo, Ana María Vidal, que “sin saber lo que tienes, no vas a estar mejor”: solo se consigue una desinformación que aumenta la incertidumbre. Porque “cada caso es un mundo”, Yimmy no le dice que no a ningún plan. Acaba de hacer el Camino de Santiago con una mochila a la espalda y además de su trabajo como técnico, es ebanista por las tardes.
De sus manos salen jarrones y cuencos hermosos de madera a los que le da forma sin ayuda de un torno. Para que el temblor no le juegue una mala pasada, suele tomar la medicación justo antes de ir al taller. De esta forma, dispone de unas horas para crear sin la molestia fija limitando sus movimientos. 
Todavía se acuerda de cuando su mujer le obligó ir al médico y él justificó su inestabilidad al momento de estrés por el que estaba pasando. Le dio un ultimátum así que, una vez que encontró la respuesta a su malestar, se encerró en si mismo durante mucho tiempo y se sumió en una gran depresión que le permite ahora no titubear a la hora de soltar al viento el consejo más importante: “Lo primero que hay que hacer es lo último que hice yo”. Porque aceptarlo cuesta, la mayoría prefieren no ir por no ver la evolución de la enfermedad en personas que están en fases avanzadas. 
Sin embargo, Vidal recuerda que cuanto antes se combatan los síntomas con sesiones de fisioterapia, mucho más tardarán en manifestarse para siempre. A Yimmy le falla la parte izquierda del cuerpo y le cuesta coordinar en su cabeza las tareas pendientes. Un día a la semana se pone en manos de una fisioterapeuta. Habla maravillas de Sandra, la coordinadora del equipo, y señala que tan importante es que uno conozca sus limitaciones como que “el resto del entorno se interese por lo que te pasa porque es clave que la familia se involucre”. Y es que el desconocimiento puede culpabilizar a los enfermos de cuestiones que simplemente son incapaces de hacer. 
La Xunta subvenciona una parte importante de las terapias de fisio y logopedia. Son más de 500 miembros de los 1.000 diagnosticados que hay en la ciudad, pero calculan que puede haber el doble sin ficha médica. Ahora luchan por conseguir un local porque el convenio que les permite asentarse en Eirís se acaba el 30 de junio: “El Ayuntamiento está buscando un sitio, pero de momento no sabemos nada”. 
El colectivo reclama apoyo de la administración, porque el tratamiento no cura pero ayuda, y e  no está 100% cubierto. Gracias al neurólogo Manuel Romero, la institución, que cumple 20 años, le da asistencia y respaldo moral a los que afortunadamente ya no sufren el mal en silencio. Vienen de celebrar su día mundial pintando en María Pita la palabra “párkinson” y subiendo a Amizades al escenario. El  miércoles, habrá un taller de primeros auxilios a las 12.00 horas en el centro cívico de Elviña.

“Lo primero es lo último que hice yo”

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