La primera alerta roja de la temporada daña Las Esclavas y punta Herminia

La primera alerta roja de la temporada daña Las Esclavas y punta Herminia
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La sección de Infraestructuras del Ayuntamiento tendrá que evaluar durante el día de hoy los daños que causó el fuerte mar de fondo que ayer castigó con olas de ocho metros el litoral coruñés. La destrucción se concentró en Las Esclavas, donde la fuerza del oleaje levantó varias losetas, y en Punta Herminia, donde se teme que haya erosionado el acantilado. Además, fue necesario cortar el Paseo Marítimo en dos sitios, Veramar y San Roque, así como la calle de la Regata Cutty Sark, en Adormideras.
Según los servicios de emergencia, fue la peor alerta desde el verano, con el mar invadiendo las aceras en diversos puntos del Paseo Marítimo y olas que superaron los quince metros de altura en punta Langosteira. Los repetidos golpes de mar obligaron a los servicios de emergencia a cortar a las 14.00 horas el tráfico peatonal: primero en el tramo entre Veramar y As Ánimas, donde la espuma chocaba con fuerza contra las rocas. Allí se precintaron los pasos de cebra a pesar de lo cual, algún transeúnte se atrevió caminar por la acera. La Policía Local también cortó la circulación en sentido Torre de Hércules y luego, a medida que llegaba la pleamar, en ambos sentidos. 
Ese tramo fue el que permaneció cortado más horas, hasta pasadas las 20.00. Pero la fuerza del mar se dejó notar también en Adormideras, donde la calle que la circunda, Regata Cutty Sark, tuvo que ser clausurada después de que varias ondas superaran los muros. Mientras tanto, agentes municipales precintaban los puntos de Riazor más expuestos a los elementos (Las Esclavas, la Coraza y el Millennnium) para evitar que alguien fuera arrebatado por un golpe de mar. Además, la Policía Local tuvo que desviar el tráfico entre ese punto y San Roque de Afuera.  
Lo mismo ocurría en los alrededores de la Torre de Hércules,  puesto que punta Herminia fue,  probablemente, el lugar más batido por la mar de fondo de ayer, que levantó verdaderas columnas de espuma. El incentivo de tomar fotos espectaculares motivó a muchos curiosos a acercarse lo más posible a la costa, por lo que efectivos de los servicios de emergencia, compuestos por Policía Local y voluntarios de Protección Civil, tuvieron que estar muy atentos. 
Hasta el patio del colegio 
Pero la mayor parte del público se concentraba en Riazor: cerca de doscientas personas que se agolpaban en la barandilla para sacar fotos. A las tres de la tarde, el Samus –servicio de emergencia social del Ayuntamiento– ya había evacuado a la indigente de 58 años que lleva viviendo desde hace meses en Las Esclavas, en un precario refugio compuesto por paraguas abiertos formando una tienda de campaña. También fue necesario cortar una tramo frente a la playa a la circulación peatonal, cuando las olas superaron sin problemas el obstáculo de la recién formada duna protectora (se rehizo el lunes) e invadieron la acera, sorprendiendo a alguno de los transeúntes. Algunas olas llegaron incluso a rebasar el muro del Colegio Esclavas Sagrado Corazón de Jesús para caer en su patio. 
 Lo peor del temporal llegó a las cinco menos veinte de la tarde, con la pleamar. Para entonces, todas las zonas peligrosas ya estaban cerradas al público, que se agolpaba en los tramos donde el acceso estaba permitido, mientras un retén de bomberos del Grupo de Rescate Acuático (GRA) vigilaba desde La Coraza.  
A medida que se retiraba la marea, también se fueron retirando los precintos, pero permanecieron cerrados puntos como Las Esclavas, San Roque o Veramar a la espera de que cesara la primera alerta roja de la temporada. l

La primera alerta roja de la temporada daña Las Esclavas y punta Herminia

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