El PP repite formas para sacar adelante y en solitario unos presupuestos muy criticados

El pleno municipal, con el apoyo en solitario del grupo de gobierno del PP, aprobó ayer de forma inicial los presupuestos del Ayuntamiento para 2015. Las críticas de la oposición arreciaron en todo momento, tanto para tratar de desmontar la afirmación de que las partidas crecen como para acusar al Ejecutivo municipal de maquillar las cuentas con el fin de granjearse votos de cara a las elecciones municipales.
Como ha ocurrido desde que el alcalde, Carlos Negreira, llegó al poder en 2011, la concejala de Hacienda, Rosa Gallego, presentó los presupuestos para un nuevo año en el pleno y, como ya es tradición, los votos populares bastaron para sacar adelante los cálculos de 252 millones, “un 3,2% más que en este año”.
La edil repasó todas las áreas de inversión, algo que ya habían detallado los responsables de los distintos departamentos en las últimas semanas. Pero el alegato era preciso para destacar que “A Coruña es la primera ciudad gallega que presenta su presupuesto en tiempo y forma, haciendo un ejercicio de responsabilidad”. “Se completan así cuatro años sin subir los impuestos, de inversión y empleo y mejora de los barrios”, recalcó Gallego.
Pero ese optimismo se vino abajo en cuanto llegó el turno de réplica. “Con esta entusiasta e extensa defensa do orzamento habería que cambiar o nome do conto por ‘Rosa Gallego no país das marabillas’”, le espetó el portavoz de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso.
A juicio de Santiso, la apuesta “polo formigón” de La Marina “condena ao declive económico á cidade”, que tendrá unos presupuestos “claramente insuficientes” en temas como el vinculado a la Compañía de Tranvías, al que también aludieron los nacionalistas. No se olvidó de la reducción de la capacidad de consumo al explicar que las arcas de María Pita recibirán menos tributos por el impuesto de vehículos porque si se estropean no hay dinero para comprar otros.
El líder del BNG, Xosé Manuel Carril, resumió: “Estos son os orzamentos dos 10,5 millóns á Mariña, son os desa cidade snob e elitista”. Le dio la enhorabuena al concejal de Urbanismo porque el dinero que podrá manejar sube gracias a un préstamo y una donación privada para el parque de San Pedro.
Ni Carril (ni ningún otro líder opositor) se olvidó de rechazar la premisa de que los impuestos se han congelado. El nacionalista tiró de facturas para hablar de incrementos en el agua y en el Impuesto de Bienes Inmuebles.
La socialista Mar Barcón, que se declaró “fan de Gallego porque pasará a los anales de la historia por decir que desbloquearon el Ofimático”, lamentó que el alcalde con “más poder de la historia” no haya sacado a A Coruña de la crisis.
“Los coruñeses viven peor y usted y su partido son culpables”, acusó a Negreira. Para el PSOE el alcalde “se va y sabe que se va y por eso deja un presupuesto que no va a ejecutar”.
El portavoz del PP, Julio Flores, concluyó que “la calculadora de IU está sin pilas” y se mostró alucinado con todas las acusaciones, antes de vincular sus gritos a la “pasión” con la que defiende aquello en lo que cree. “Es muy complicado contestar a críticas basadas en la demagogia y en la falacia”, señaló.
Con críticas o sin ellas, a los presupuestos les queda pasar el período de alegaciones antes de su aprobación definitiva.