Los polígonos cercanos a As Rañas sufren continuos robos en coches

Los polígonos cercanos a As Rañas sufren continuos robos en coches
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A lo largo de este año que ya termina se han venido produciendo, según denuncian fuentes policiales, un incremento en los robos en el interior de vehículos que relacionan con un punto de venta de heroína dentro del poblado de As Rañas. “Claro que tiene que ver–señalan las fuentes consultadas–. Es un delito típico de los yonquis”. Debido a esta situación, en las redes sociales se reflejan las quejas de los conductores que han sido víctimas de robo y que advierten del peligro que existe en los aparcamientos de A Grela y Pocomaco, los polígonos entre los que se encuentra As Rañas.

Es habitual que un solo toxicómano llegue a robar en varios vehículos, despojándolos de todo lo que pueda ser mínimamente vendible o intercambiable por droga, de manera que en una misma calle pueden encontrarse varios turismos con las ventanillas rotas. Desde la asociación del polígono de Pocomaco, por ejemplo, reconocen que ha llegado a su conocimiento casos que se habría producido a la entrada del polígono, justo debajo de la Tercera Ronda, donde una explanada es usada a menudo como aparcamiento.

Hay que señalar que esta zona de aparcamiento se haya a unos escasos doscientos metros del camino hacia As Rañas.

En O Birloque

Pero son los vecinos de O Birloque los que sufren más los problemas generados por los toxicómanos que acuden a la zona. Sobre todo los vecinos que residen cerca del cruce de la calle de Luis Peña Novo con la de Mozart, donde se levanta un edificio a medio construir, que desde hace varios años se ha convertido en refugio de estos individuos, que así duermen cerca del punto de venta de droga. Los drogodependientes resultan ser unos vecinos bastante conflictivos, a raíz de las peleas que estallan entre ellos o por su comportamiento irracional Por ejemplo, el verano pasado arrojaron piedras a la calle de Mozart por motivos no muy claros. No hirieron a nadie pero dañaron varios vehículos, según atestiguan los residentes, que ahora procuran mantener siempre sus vehículos en los garajes. También han saqueado el propio edificio: “Robaron los radiadores, y las campanas extractoras y las arrojaban por la ventana al edificio de enfrente”, explicaba una vecina. Y también se ha registrado algún que otro atraco callejero que acabó con uno de ellos detenido, tras perseguir a un adolescente navaja en mano.

El edificio en sí está condenado a la demolición por irregularidades en su construcción, y por haber caducado su licencia. Pero no se puede demoler sin más, según comentan los vecinos.

“Hasta que la constructora reciba cinco multas no se puede tirar”, explican. Por lo menos una ya ha sido tramitada por la Concejalía de Urbanismo, pero el proceso se puede dilatar en el tiempo, y mientras tanto, la inseguridad persiste.

Los polígonos cercanos a As Rañas sufren continuos robos en coches

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