La Policía Local interviene de nuevo en un incidente en un bar de Os Mallos

De un tiempo a esta parte, se están sucediendo los altercados en algunos bares de Os Mallos, un puñado de locales que se encuentran en el espacio comprendido entre la avenida de A Sardiñeira y la que da nombre al barrio. El más reciente fue a las 04.30 horas de ayer, cuando dos hombres fueron sorprendidos emprendiéndola a patadas contra la puerta de un bar. Los dos parecían estar muy enfadados y uno de ellos, de 44 años, no estaba dispuesto a entrar en razón, de manera que la Policía Local tuvo que fue detenido por desobediencia e identificado.
El establecimiento se encuentra en la calle de Francisco Tettamancy y los agentes descubrieron lo que estaba pasando cuando patrulla la zona por la avenida de Os Mallos. Al verlo, bajaron del coche y preguntaron a los sujetos qué estaba pasando. Pero, aunque uno de ellos pareció que se refrenaba en presencia de las autoridades, su compañero no se mostró tan colaborador, sino que se negó a mostrar la identificación cuando los policías se la pidieron y se encaró con uno de ellos varias veces en actitud desafiante, aunque no llegó a resistirse físicamente cuando acabó en el coche patrulla que le llevó al cuartel de la Policía Local en Monte Alto.

altercados
Este incidente no tendrá importancia si no fuera porque se han repetido varios por estilo en una zona que siempre ha sido muy tranquila hasta ahora. Aunque Os Mallos tiene unos cuantos locales populares que abren hasta tarde, no suelen ser el foco de incidentes como sí ocurre en otras zonas de ocio nocturno de la ciudad. Y sin embargo, hace una semana, la Policía Local tuvo que enviar varias patrullas para poner fin a un altercado en el cruce de la calle de Francisco Catoira con la de San Rosendo, frente a un establecimiento de hostelería.
En ese mismo cruce se habría producido otro incidente violento, en este caso el de un hombre que agredió a una mujer de 20 años con la que había tenido un desencuentro. El enfrentamiento verbal pasó a mayores y una amiga suya alertó a las autoridades de lo que ocurría, aunque el sospechoso no pudo ser localizado antes de que se diera a la fuga.
Aunque ninguno de estos incidentes es considerado grave por las autoridades, lo cierto es que los vecinos acusan las molestias precisamente porque se trata de un barrio en el que no suelen darse esta clase de situaciones. Algunos aseguran que, de un tiempo a esta parte, han ido a más, sobre todo por la noche, y que aunque se concentran en los fines de semana, también tienen lugar a veces durante la semana, como fue el caso de ayer, y siempre es en la misma zona del barrio.