La Policía investiga varias violaciones en las que se empleó burundanga

El domingo la ciudad se despertó con la noticia de que había aparecido una joven desnuda en un solar de la avenida de Calvo Sotelo asegurando que la había violado. La víctima estaba completamente desnuda, y no podía recordar siquiera su nombre. Muerta de frío, cogió una piedra y rompió el cristal de un coche para poder cubrirse con una sudadera que había en el asiento trasero. Según fuentes policiales, podría tratarse de la última de una serie de violaciones en las que se ha empleado una droga, la burundanga, para someter a las víctimas.
Los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional investigan por lo menos cuatro casos que habrían tenido lugar en los últimos dos meses, aunque el número real de agresiones sexuales puede aumentar, porque no es la primera vez que una mujer aparece desnuda y sin ningún recuerdo reciente. El pasado abril, por ejemplo, una mujer de unos treinta años de edad apareció completamente desnuda  en las inmediaciones de la playa de Santa Cristina. Los vecinos que la atendieron asegura que la joven solo recordaba que había salido a pasar la noche la noche acompañada de una amiga y que había estado en una discoteca de la localidad. El caso pasó a manos de la Guardia Civil.
Esta amnesia dificulta mucho a los agentes su investigación, porque la memoria de las víctimas es poco o nada fiable en lo que se refiere en las últimas horas. Aunque la víctima mejora  de sus síntomas pasadas un par de horas, no suele llegar a recordar nunca qué ocurrió durante ese  tiempo.

en 2007
Tampoco es la primera vez que se da este caso en A Coruña. La primera vez en la que se tuvo noticia de que usara esta droga para cometer violaciones fue a principios de  2008.  Entonces el director del Centro de Orientación Familiar (COF), Xosé Vidal, fue el que alertó entonces de esa sustancia, porque en su centro, había acudido una víctima a finales de 2007.
La Policía señala que su uso es más común en el extranjero, en países de América Latina y África, de hecho su nombre popular (el científico es escopolamina) es de origen afrocubano, y se ha vuelto tan popular que actualmente se denomina así a cualquier sustancia que anule la voluntad de la víctima. Los violadores suelen actuar acercándose a la víctima cuando está en un local de ocio nocturno y aprovechando un descuido, poner algo de la sustancia en su copa. Al poco rato actúa y pueden llevarse a la mujer a un lugar apartado sin que presente resistencia. Si alguien nota algo raro, lo suele achacar al consumo excesivo de alcohol.
Uno de los principales problemas que supone la burundanga es que resulta muy fácil de adquirir, incluso se vende en algunas farmacias, aunque su uso sea principalmente veterinario. Además, también existen recetas caseras que circulan por la red para sintetizar el producto a través de otros medicamentos y que lo hacen aún más accesible.