La Policía detiene a seis activistas en el desalojo del piso de O Castrillón

La Policía detiene a seis activistas en el desalojo del piso de O Castrillón
Los policías tuvieron que cortar la cadena con la que Salnés se ató para resistir el desalojo patricia g. fraga

En un movimiento fulminante, la Policía Nacional puso fin a un mes de incertidumbre para Elistabeth Sanlés, la madre de tres hijos de corta edad que llevaba casi 50 días negándose a desalojar su piso de la calle de Antonio Noche, en O Castrillón. Los agentes tardaron cerca de tres horas en penetrar en el domicilio y liberar a la afectada de la cadena que la unía a su sobrina a través de la ventana. De nada sirvieron la protesta en la calle, ni los esfuerzos de Stop Desahucios: Elisabeth Sanlés perdió su vivienda y seis de sus miembros fueron detenidos por resistencia a la autoridad. Sus hijos no estaban allí para verlo porque viven actualmente con su padre.
Aunque no produjo más daños que la puerta del domicilio, (que fue derribada) y contusiones en la mano a la sobrina de Sanlés, la actuación policial sacó de quicio al portavoz de Stop Desahucios, Héctor Tejón, que la calificó de “desmedida” y consideró el gran número de efectivos “a militarización do barrio”: “Para isto non hai recortes, pero para atopar casa a unha muller, sí”. Tejón recordó que habían estado desde octubre intentando hallar una salida para Sanlés, una mujer en paro, enferma de fibromialgia y madre de tres hijos, que no podía pagar el alquiler desde hace más de un año. Pero ni la Xunta ni el Ayuntamiento le han concedido una vivienda social. “Agora a condenan a indixencia”, denunció Tejón.
Sanlés había resistido con éxito el primer intento de desahucio, que había tenido lugar el 8 de octubre, en gran parte gracias al apoyo público, que expulsó de mala manera a los funcionarios de la comisión judicial sin que apenas hubiera presencia policial, fuera de unos agentes municipales que controlaban el tráfico. Unos días antes, el titular del juzgado número 9 les había informado de que no existía una base legal que permitiera suspender el lanzamiento, que solo se ha aplazado. El abogado de Sanlés, Antonio Vázquez, trató de emplear ese tiempo para negociar una salida. Y a media tarde del día anterior se les anunció que hoy se volvería a proceder al desalojo.

a primera hora
Solo que esta vez, antes de que llegaran los enviados del juzgado, la calle fue tomada por un gran despliegue de antidisturbios que llegó al lugar en una docena de furgones. Eran las siete y media de la mañana, y apenas había miembros de Stop Desahucios en el inmueble de Antonio Noche, así que la Policía no encontró resistencia.
El número de manifestantes que se agolpaban contra las vallas nunca llegó a ser suficiente como para suponer una amenaza para la operación. Después de derribar la puerta, los agentes esposaron a todos los que no estaban empadronados allí, y cortaron la cadena protegida por un tubo que unía a Sanlés con su sobrina por la fachada. Esa cadena era también el último vínculo con la casa en la que había vivido años. Mercedes, una vecina, lo resumió así: “No es que tenga buena fama en el barrio, pero está en paro y tiene tres hijos ¡Que le den una vivienda!” .

La Policía detiene a seis activistas en el desalojo del piso de O Castrillón

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