En plena forma tras 500 noches en vela

En plena forma tras 500 noches en vela
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Sabina recaló en el Coliseo para ofrecer una de las “500 noches para una crisis” que reza la gira que está provocando llenos allí por donde pasa y con la que el de Úbeda está celebrando a golpe de directo las 15 primaveras del disco “19 días y 500 noches”. El de ayer no fue una excepción.
El multiusos de Alfonso Molina se vistió hasta los topes de seguidores que cerraban la taquilla hace días para acompañar al cantante con bombín en cada uno de los poemas hechos canción. En una puesta en escena que recordó al vodevil, Sabina y su gente salió al escenario para recordar que hizo falta que pasaran 500 lunas para olvidarla. En una cita donde el “flaco” repasó el álbum que cerró el milenio de pé a pá. Sin olvidarse de “Barby Superestar”, que impregnó de buen rock and roll la pista de baile, donde estaban los que no quisieron verlo sentado. Sin embargo, desde las butacas tampoco aguantaron sin mover el esqueleto y se pusieron de pie para degustar sus canciones más movidas.

repertorio
Hubo tiempo para desmelenarse, pero también para la melancolía con “ahora que..”. Tampoco faltó “El caso de la rubia platino” y Sabina cogió recortes del trabajo homenajeado, pero también de otras épocas anteriores y el “Y nos dieron las diez” sucedió a “Noches de boda” o “Sin embargo”. En una velada en la que Sabina demostró que sigue en plena forma.
Lo dio todo y tras su última visita con Serrat de la mano en 2012, el cantante sació la sed de sus incondicionales que esperaron no tardar más de “19 días y 500 noches” para volverlo a ver en directo. A la par que el artista sacaba de repertorio, sobre el escenario se podían ver dibujos elaborados por él mismo. Cantó “una canción para la Magdalena” y su banda se colocó en primer plano por momentos como cuando Pancho Varona interpretó “Conductores suicidas” y Antonio García de Diego, “Tan joven y tan viejo”.
Fueron dos horas y media de actuación y los espectadores se fueron con un regusto en los oídos después de recordar algunos de los temas que le pusieron banda sonora a su vida.
De su recorrido por la península, Sabina proseguirá por Latinoamérica. En un toma y daca con el que demuestra ser uno de los grandes de la escena. Que nunca cansa y que revuelve las tripas. A fuerza de letras con ingenio y una voz imposible de confundir.

En plena forma tras 500 noches en vela

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