El plan para la Ciudad Vieja incluirá gravar los pisos que sigan vacíos

Año y medio después de que se finalizara la tan demorada peatonalización de la Ciudad Vieja, esta languidece a la espera del plan de revitalización que prometió la Marea Atlántica y que modificó el PSOE, tras su llegada al poder. Los vecinos esperan que sea este el año en el que se pongan en marcha las numerosas medidas prometidas en cinco grandes ejes que buscan mejorar el acceso a la vivienda, la dinamización económica y turística, de las actividades sociales y comunitarias, de las zonas verdes y de la movilidad. Pero a los vecinos sobre todo les parece más importante la rehabilitación de viviendas, dado que el 35 por ciento de los edificios de la Ciudad Vieja están vacíos. Para paliar este problema, el Ayuntamiento piensa presionar a los propietarios gravando las casas vacías.

La idea es que las viviendas formen parte de un banco municipal para facilitar el acceso a gente sin recursos

El aumento de las tasas a los pisos sin alquilar forma parte de la política del Gobierno de Inés Rey para fomentar el acceso a la vivienda. El Ayuntamiento también considera fundamental frenar el incremento del precio del alquiler en la ciudad. Para ello, espera modificar la normativa de Conservación y Rehabilitación de Inmuebles y pretende introducir la fórmula de cesión de uso para alquiler social a cambio de que sea la Administración quien asuma el coste de la rehabilitación. Una vez rehabilitadas, pasarían a formar parte del banco de viviendas de Emvsa, la empresa municipal de vivienda, que las pondría a disposición de las personas que las necesitaran.

Es una fórmula que el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Pedro Roque, no cree que sea funcional: “Nuestra propuesta es vincular la rehabilitación a una bolsa de alquiler para los que quieran venir a trabajar el centro. Hay modelos en Europa que funcionan así pero la desconfianza hacia el mercado de alquiler hay que neutralizarla”.

Fijar a la población

Pero la Concejalía de Urbanismo pretende fomentar el uso residencial de la Ciudad Vieja y facilitar el acceso a la vivienda procurando fijar en primer lugar a la población residente con menos recursos y por otro lado mitigar “as diferenzas sociais e económicas no acceso á vivenda”.

Para conseguirlo, se tratará de captar fondos europeos en las diferentes iniciativas como la “Convocatoria Acciones Urbanas Innovadoras”, subvenciones de Áreas de Rehabilitación Integral (ARI) y, ya a nivel municipal, a través de modificaciones de las ordenanzas, si es posible. Roque no se mostró muy entusiasmado: “Nuestro escepticismo, en que se tomen las medidas para revertir la tendencia es total”. Y recuerda que todas estas medidas se harán a medio o a largo plazo.