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sábado | 20 abril | 2024
Un joven pescador aficionado, Roberto Mion López, está a punto de entrar en el libro de los récords... de la pesca submarina mundial gracias a una captura muy poco habitual. Hace unas semanas decidió ir a practicar esta actividad y capturó un pinto de gran tamaño que puede catapultarlo al estrellado de la Asociación Europea de Récords de Pesca Submarina (ESRA, por sus siglas en inglés) o al menos eso es lo que le han dicho desde la entidad.
Cuando salió del agua Mion no le dio demasiada importancia al pez que había pescado ese día pero sí subió una imagen con la pieza a las redes sociales, lo que hizo que algún que otro contacto le comentase que no era habitual encontrarse con un pinto de un tamaño tan grande. “Un rapaz díxome que había anos se vían pero que hoxe en día era prácticamente imposible atopalos”, comenta. Investigando decidió dar el paso de presentar su candidatura a récord en la organización europea y parece que tiene el éxito asegurado. Pero para ello fue necesario realizar el pesaje del pescado en una báscula homologada –y con la “ITV” de estos aparados al día– y tiró de una amiga que tiene un puesto en la plaza de Lugo. De alguna forma la placera ha ejercido como juez y notaria para garantizar que “non haxa tongo” y avalar la documentación que envió el candidato al ESRA.
Por el momento está pendiente de que le den “a acreditación de que teño o récord a nivel mundial” del pinto más grande, pero los primeros comentarios le han hecho ser muy optimista. El mayor registro anterior era de una pieza de 4,250 kilos y la suya –que espera el reconocimiento en el congelador, pues se hizo con ella a principios de mes– es de 4,925 kilos.
Un adulto que investigar
Aún cuando Roberto logre entrar en ese registro de los campeones de la pesca submarina mundial, quedará un nuevo viaje para el famoso ejemplar localizado en aguas de Arteixo.
“Vouno donar ao Grupo de Ecología Pesquera do Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo”, comenta, pues fue la propia organización la que se puso en contacto con él para que al menos les facilitase la cabeza de cara a hacer una investigación.
Por el momento, los especialistas ya estiman que el ejemplar “ten 35 anos ou máis” sin siquiera tenerlo en sus manos. Y es que el último análisis que hicieron era de un pinto “de 3,200 kilos que tiña 27 anos e pola diferencia de kilos calcúlanlle ese tempo”.
Puede que al principio este aficionado tuviese pensado disfrutar del manjar con la familia o amigos pero, tras la curiosa petición de los investigadores, ha decidido que le aporta “máis que lle fagan un estudo e que acrediten que fun eu quen o collín”.
