Las pintadas han devorado en apenas un lustro el paseo de la finca de los Mariño

Las pintadas han devorado en apenas un lustro el paseo de la finca de los Mariño
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Al que fuera uno de los proyectos insignia del anterior gobierno municipal se lo están comiendo los graffitis. La cúpula del mirador de la finca de los Mariño, en el Paseo Marítimo, ha quedado completamente a merced de los vándalos, que han hecho de esta estructura de madera el lienzo sobre el que plasmar su particular arte.
El exacalde, Javier Losada, y la exministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, inauguraban en julio de 2009 esta nueva zona verde de la ciudad a bombo y platillo. Ambos se felicitaban por la recuperación de una finca “particular y abandonada”, decían entonces, y su reconversión en “una zona de esparcimiento para el disfrute de toda la ciudadanía”. Sin embargo, este balcón atlántico de la ciudad ya no es un lugar tan agradable para todos.
Usuarios y vecinos de la zona llevan tiempo denunciando la situación de abandono que sufre la infraestructura. Los más habituales, los que pasan horas al día en sus bancos mirando al mar, lamentan que lo que podría seguir siendo uno de los rincones más bonitos de la ciudad haya caído en el olvido de los responsables municipales.
Solo cinco años después de su reapertura es difícil encontrar un solo centímetro de madera en la que no haya presencia de pintura. Las firmas de los graffiteros lo invaden todo. Tampoco hay presencia de flores ni plantas en la jardinera que servía de unión de todos los bancos de descanso. “Abandonada” es como dicen los usuarios que está toda la zona. Llevan tiempo reclamando que se regulen de alguna forma estas actuaciones vandálicas que, opinan, están acabando con “una zona de todos”.

recuperación
La explanada, con un mirador, bancos, una zona ajardinada y nuevo alumbrado, se abrió al público el 3 de julio de 2009. Cinco años más tarde, todo lo que queda de aquella obra impoluta es solo el recuerdo.
Tras años cerrada y en un gran estado de deterioro, la finca fue recuperada para acometer un proyecto de reforma que incluía, además, los nuevos accesos a la playa del Matadero. Fue el Gobierno central el que se encargó de sufragar el coste de toda la rehabilitación, que ascendió a casi dos millones de euros.
La zona es una de las más concurridas como lugar de ocio para los coruñeses.

Las pintadas han devorado en apenas un lustro el paseo de la finca de los Mariño

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