9º-16º
martes | 23 abril | 2024
La puñalada en el pecho que recibió, en marzo del año pasado, el recepcionista del hogar de la institución benéfica Sor Eusebia, en la carretera de Bens, llega el próximo 16 de septiembre a la sala de vistas del juzgado de penal 5 y puede acarrear al hombre que aguardó en el centro a la llegada de la Policía y se confesó autor de la agresión una pena de tres años de prisión.
Eso ocurrió, según se refleja en el escrito de acusación que la Fiscalía llevará al juicio, poco después de las siete de la tarde, momento en que un usuario atacó con un cuchillo al trabajador en el curso de una discusión.
El arma le alcanzó en el esternón y le causó una herida incisa en el hemitórax izquierdo, que precisó para su curación una primera asistencia médica, con la aplicación de grapas y antibióticos, y que le mantuvo ocho días apartado de sus ocupaciones.
atenuante
El Ministerio Público culpa al procesado de un delito de lesiones con arma, si bien admite que al no huir del lugar y, por contra, entregarse a la Policía, facilitó la resolución del caso. En ese sentido, reconoce esa “confesión” como una circunstancia atenuante de su responsabilidad penal; de otro modo, la condena podría elevarse hasta los cinco años, tal como establece el artículo 148 del Código Penal.
Lo que sí solicita la acusación es que, en espera de la sentencia, se mantenga la medida de alejamiento que en su momento estableció el juez de guardia, y que prohíbe al procesado acercarse o comunicarse con su víctima, de tal modo que la prohibición pueda prolongarse por un período de cuatro años una vez haya resolución.
De igual modo, la Fiscalía reclama una indemnización por importe de 280 euros en favor del empleado del centro por las lesiones que sufrió. En caso de condena, pide que a ello se sume el importe de la asistencia sanitaria prestada por el Sergas.
